El Consejo de Gobierno celebrado ayer acordó declarar la situación de desastre natural en el sector agrario palmero como consecuencia del último incendio registrado en la Isla. De esta forma, se da inicio a las actuaciones dirigidas a la concesión de ayudas para mitigar los daños producidos. La Palma sufrió el pasado mes de agosto un episodio meteorológico adverso poco frecuente, consistente en la combinación de altas temperaturas, baja humedad relativa y fuertes rachas de viento que fueron especialmente extremos en la zona oeste de la Isla los días 16, 17 y 18.

Combinación de factores

Relacionado con la combinación de los tres factores meteorológicos, el día 17 se originó un incendio en el término municipal de El Paso que en su desarrollo afectó también a Los Llanos de Aridane.

El fuego llegó a quemar unas 300 hectáreas de una zona de interfaz urbana-agrícola produciendo importantes daños en viviendas y vehículos, animales domésticos y la destrucción de infraestructuras agrarias y cultivos, especialmente en varias fincas de aguacates, plátanos, almendros u hortalizas.

La declaración aprobada ayer se produce tras analizar los informes remitidos desde el Cabildo de La Palma con fechas del 27 de agosto y 2 de septiembre de 2021, donde ya se determinan que los desperfectos originados sobre el potencial productivo de la zona agraria afectada por las llamas es superior al 30%.

Mediante esta declaración se articulan las subvenciones previstas en el Programa de Desarrollo Rural de Canarias para el periodo 2014-2020 destinadas a la reconstrucción del potencial de producción agrícola dañado por desastres naturales y catástrofes y la implantación de medidas preventivas adecuadas. Igualmente, se contemplan las inversiones realizadas por agricultores, agrupaciones de productores y entidades públicas para la recuperación de la producción y de terrenos agríco. El presidente Ángel Víctor Torres visitó La Palma para valorar sobre el terreno las consecuencias del fuego.