El incendio de El Paso del pasado 17 de agosto, que acabó quemando unas diez hectáreas, ha afectado mucho a la producción de aguacates. Las primera estimaciones realizadas por los peritos de los seguros agrarios y los propios trabajadores del campo apuntan a que se ha perdido el 85% de la cosecha de las fincas ubicadas dentro del perímetro que arrasó el fuego.

A esas pérdidas por el incendio hay que sumar las que también sufrieron días atrás por el fuerte viento y las altas temperaturas, que provocaron que mucha fruta y plantas quedaran inservibles.

En las fincas palmeras han trabajado en torno a una veintena de peritos que están siendo los encargados de valorar los daños sufridos, también en los cultivos de viña y plátano, que en esos casos si cuentan con seguros colectivos.

Sin embargo, en el aguacate no existe esa figura de protección, por lo que aquellas producciones agrícolas que no contaban con un seguro individual no podrán recibir ninguna cantidad de las entidades aseguradoras, aunque sí han recibido el compromiso político de ayudas de las administraciones.

Entre ellas la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, quien se ha comprometido a colaborar en la compra de plantas o subsanar los daños en infraestructuras, gracias al Plan de Desarrollo Rural.

En relación al plátano, esas mismas estimaciones son más halagüeñas, situando en torno a un 40% de pérdidas en la producción de las fincas afectadas tantos por los fenómenos atmosféricos, como por el fuego de El Paso y Los Llanos de Aridane.

Los productores agrícolas afectados ya han recibido el apoyo de distintas entidades financieras, quienes se han comprometido a adelantar las ayudas y los importes asegurados, así como recibirán beneficios de la declaración de zona catastrófica, que también les permite acogerse a las ayudas que instrumente el Estado.