La Asociación Cazadores de Canarias Siete Islas denuncia nuevamente el programa de control de arruís que se está realizando en las cumbres de La Palma, advirtiendo del «potencial» problema de salud pública que supone el abandono de los animales abatidos y putrefactos en las cercanías de manantiales de agua de las cumbres de la Isla.

Por este motivo, anuncian que estudian emprender acciones legales contra Gesplan y la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo por la aparición de estos animales muertos en zonas cercanas a puntos de agua aptas para el consumo humano y agropecuario, haciendo referencia a que los últimos hallazgos de estos animales abandonados en donde fueron abatidos son cercanos a galerías de agua y en las proximidades del manantial de Marcos y Corderos.

Los cazadores señalan que a medida que transcurre la temporada de caza mayor en la Isla se descubren ejemplares de este herbívoro abatidos por la empresa pública, Gesplan con la aprobación de la Consejería de Medioambiente insular no cesa.

Su preocupación se incrementa «no solo cuando los ejemplares no se entierran», como ya denunciaron hace unas semanas, «sino que además estos aparecen en las proximidades de los acuíferos o infraestructuras para la obtención de agua potable y su transporte», lo que dicen «puede constituir un problema de salud pública para las personas que consumen el agua o hacen de ella una utilización agropecuaria». Los cazadores denuncian que cuando se produce la descomposición de un animal se liberan sustancias como consecuencia de los procesos de putrefacción del cadáver, los cuales liberan diferentes gases y compuestos cuya filtración al suelo o en las fuentes hídricas podría ocasionar factores que afectan a la calidad del agua.

Por esos motivos, desde la Asociación Cazadores de Canarias exigen a aquellos organismos insulares, incluso autonómicos, con competencia en materia de Salud y Medio Ambiente, que procedan a la retirada de los cadáveres de arruís del medio natural, tal y como hacen los cazadores, «pues enterrarlos no evitaría el problema de salud pública».

La campaña de control de ejemplares del arruí que se está ejecutando en La Palma, y que se encarga de realizar la empresa pública Gesplan, vuelve a generar imágenes nada recomendables para quienes están acostumbrados a transitar por los montes de la Isla, en los que en esta última campaña de actuación es habitual encontrarse con ejemplares abatidos de esta especie introducida en la isla en los años 70 del siglo pasado.

Sin enterrarlos

Esta cuestión, que también fue denunciada por la Asociación Canaria de Cazadores, tiene que ver con la no retirada de las piezas cazadas, dejándolas abandonadas en zonas de pinar. En este sentido, las denuncias apuntan a que desde que comenzó la temporada de caza mayor las cuadrillas se encuentran con «las dantescas imágenes de arruís putrefactos, abandonados en el campo y, algunos de ellos, ni siquiera mostrando el cumplimiento protocolario que desde el área de Medio Ambiente se había informado a los cazadores, el de enterrarlos una vez abatidos», denuncian.