Cuando se cumplen cinco años de fallecimiento del agente forestal Francisco Santana, sucedido mientras participaba en las tareas de extinción del incendio que afectó el sur de La Palma en agosto de 2016, grupos ecologistas de la Isla reclaman el homenaje que «le debe» aún el Cabildo insular a su trabajador.

Imagen de archivo del incendio forestal de 2016 en La Palma. | | E.D.

Ecologistas en Acción conmemoró la figura de este trabajador por la defensa del medio ambiente y el ecosistema de la Isla, a quien recuerdan especialmente «implicado en poner de relieve la fortaleza del pino canario frente a la fragilidad de la vida humana», señalan, advirtiendo siempre que es «preferible que el fuego queme a su antojo el monte a poner en riesgo a las personas».

Por eso, teniendo en cuenta esos antecedentes, Ecologistas en Acción se muestra «sorprendidos» al leer las conclusiones del informe oficial del Cabildo de La Palma para esclarecer las causas del accidente, en el que se señala que el agente de Medio Ambiente había fallecido por un «exceso de celo profesional».

Recuerdan que en riesgo no estuvo sólo Fran Santana, también los operarios que evacuaron la zona del siniestro un minuto antes, «y especialmente las tres personas que permanecieron cerca de donde se hallaba Fran y que sólo de milagro no fueron alcanzadas por la parte más explosiva de las llamas».

Se refieren además los ecologistas a que cuando ocurre una tragedia de estas características «no suele haber una única causa», concurriendo varios factores que la desencadenan, como el clima, las características del terreno en la zona o incluso «la inoperatividad de la red de hidrantes», una tubería a lo largo de la pista a la que se podían acoplar las mangueras y cañones «que nunca llegaron aquella noche» y que, «de haber funcionado, habría refrescado la zona y evitado el accidente mortal», reclaman.

Ante esos argumentos, Ecologistas en Acción defienden que «si bien la versión oficial del Cabildo puede tener un efecto balsámico en algunas conciencias, es absolutamente inútil para prevenir que vuelvan a producirse situaciones similares». Además, consideran que «el homenaje que aún le debe el Cabildo a Fran Santana es determinar todos los factores, por pequeños que sean, que hayan influido en lo sucedido y que, evitándolos, corrigiéndolos o mejorándolos, puedan minimizar riesgos en el futuro y que él haya sido la última persona que fallece en un incendio forestal en La Palma».

El incendio se desató el 3 de agosto de 2016 por culpa de un joven alemán, Scott Verdine Stumpf, que fue condenado a tres años de prisión por esta causa. Scott admitió que «con total desprecio a las más elementales normas de seguridad y cautela», quemó el papel higiénico que había utilizado para realizar sus necesidades en una letrina artesanal y lo arrojó al campo, sin preocuparse de comprobar que se había apagado antes de marcharse del lugar.

El fuego afectó a una extensión total de 4.864 hectáreas, la mayoría de masa forestal, en los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane, Villa de Mazo y Fuencaliente. Más de 3.000 personas tuvieron que ser desalojadas.