La Asociación de Cazadores de Canarias denuncia el abandono en medio de los montes de la Isla de los ejemplares de arruí abatidos en la campaña realizada por la empresa pública Gesplan para el control de esa especie de herbívoro introducido en La Palma.

Estos hallazgos se han producido una vez que ha dado comienzo la campaña de caza mayor en la Isla en este mes de julio, en la que los cazadores que participan de la misma han encontrado «varios ejemplares de arruís abatidos, abandonados y en estado de descomposición en el medio natural», denuncia el secretario de la asociación, Damián Acosta.

Desde el colectivo de la caza mayor piden que este recurso forestal permita ser aprovechado por los cazadores, los cuales una vez lo abaten le dan un uso a la carne del animal, retirándolo por tanto del medio natural.

Además, defienden la «importante» actividad económica que supone la caza mayor para la Isla, ya que reseñan que durante cinco meses al año, todos los fines de semana, se desplazan aficionados a la actividad desde la isla de Tenerife, invirtiendo en billetes de avión, barco, hospedaje, hostelería local, además de otros beneficios adicionales no menos importantes, compra de combustible, tiendas de alimentación o seguros de caza.Son en torno a 31 cuadrillas las que cada año participan en esta temporada de caza mayor, aglutinando a una cantidad cercana al millar de cazadores.

Desde este colectivo llegan a comparar la actuación que realiza Gesplan, con el apoyo del Cabildo de La Palma y el Gobierno de Canarias, como «el perro del hortelano», ya que la acción de control de la especie imposibilita el aprovechamiento de los animales cazados. Se refieren a que «todos los presagios» de que esta situación podría producirse pudieron ser constatados cuando comenzó la temporada de caza mayor y las primeras cuadrillas en participar de la misma «se encuentran con las dantescas imágenes de arruís putrefactos, abandonados en el campo, y algunos de ellos, ni siquiera mostrando el cumplimiento protocolario que desde el área de Medio Ambiente se había informado a los cazadores, el de enterrarlos una vez abatidos», denuncian.

Por todo ello, muestran su repulsa a la situación que se está dando en el control del arruí en La Palma, lamentando que desde las instituciones públicas se fomente el «desaprovechamiento» de cualquier recurso forestal.