Si todo sale como está previsto, cuando comience a leer estas líneas David Ledesma Delgado y Fran Cabrera Martín ya se habrán puesto en marcha para cubrir un reto solidario de 170 kilómetros que les llevará a cruzar La Palma entre hoy y mañana corriendo. Los beneficiarios de su gesta serán la Asociación Tinerfeña de Esclerosis Múltiple (ATEM) y la Asociación Pequeño Valiente. “Si estas locuras sirven para visibilizar el papel tan decisivo que realizan estas organizaciones vale la pena sufrir un rato. ¡A ver si no llueve!”, comenta David 24 horas antes de iniciar esta aventura en la capital de la Isla Bonita. 

Ciento setenta kilómetros corriendo, la posibilidad de que llueva en diferentes tramos del recorrido y 19.000 metros de desnivel. Eso son los ingredientes del reto que David Ledesma Delgado y Fran Cabrera Martín abordarán a partir de las siete de la mañana de hoy desde el corazón de Santa Cruz de La Palma. El desafío es gigantesco, pero la finalidad aún es mayor: Fran y David irán al límite de sus fuerzas para visibilizar la lucha diaria de los proyectos abanderados por la Asociación Tinerfeña de Esclerosis Múltiple (ATEM) y la Asociación Pequeño Valiente. Esta no es la primera vez que Ledesma se embarca en una aventura de este calado: en las horas finales del año 2019 recorrió 104 kilómetros entre Santiago del Teide y La Laguna en otra gesta solidaria que se solapó con la última San Silvestre que se ha corrido en el casco histórico de Aguere. Luego, la implacable evolución de la pandemia se llevó por delante todo el calendario de competiciones en el Archipiélago.

Tres meses de preparación

Sobra decir que esto no es ninguna tontería, que se necesitan años de experiencias, muchas sesiones de rodaje y, sobre todo, una capacidad psicológica extraordinaria para planificar una acción de esta envergadura y no desfallecer en el intento. David y Fran llevan entrenando esta misión tres meses a fuego pero, en realidad, volvieron a la montaña cuando Pedro Sánchez anunció las pautas a seguir en las primeras fases de la desescalada. “En el confinamiento lo pasé bastante mal: estar encerrado en casa sin entrenar se hizo eterno y, aunque no paré de hacer tablas de ejercicios caseros, cuando volví el físico era lamentable... Me quedaba clavado en la primera cuesta”, recuerda el ultramaratoniano tinerfeño David Ledesma en un punto de la conversación en el que alude directamente a la fuerza mental que hay que tener a la hora para completar con éxito un recorrido tan exigente como el que va a afrontar junto a su fiel compañero, el palmero Fran Cabrera.

El perfil de la carrera “asusta”, pero no es la mayor preocupación de los atletas. La gran amenaza hay que localizarla en el parte meteorológico. “Si llueve lo vamos a pasar mal. Sobre todo, en los tramos rápidos y técnicos... Nos vamos a encontrar con zonas de descenso muy pronunciadas y eso puede convertirse en un problema serio”, apunta Ledesma.

Horas antes de empezar a correr las sensaciones eran “buenas” y los protagonistas de esta historia eran como leones enjaulados en los instantes previos a saltar a la pista central de un circo. “Queremos que esto empiece ya”, remarcaba David tras perder la cuenta de los cafés que se había metido entre pecho y espalda desayunando: “Van unos cuantos”, confiesa cuando pone como ejemplo los 80 o 90 céntimos, incluso un euro, que podría costar un bizum (es un servicio de pago inmediato a través de un móvil) solidario en favor de las asociaciones que se verán beneficiadas con la promoción de esta gesta. “Ese apartado no lo llevó yo, quiero estar al margen de cualquier tipo de sospecha sobre el destino final de los donativos”, sostiene antes de remitir a los colaboradores a la página web oficial de Pequeño Valiente. “En un tiempo donde las dificultades sanitarias son tan grandes hay que buscar golpes de efecto que llamen la atención... Si estas locuras sirven para visibilizar el papel tan decisivo que realizan estas dos organizaciones vale la pena sufrir un rato”.

Dosificar los esfuerzos, evitar los picos de deshidratación y, sobre todo, comer bien a su debido tiempo son las claves que manejan Fran y David para estar de “vuelta” mañana por la tarde en Santa Cruz de La Palma. “Los tiempos de paso por los puntos los marcarán las condiciones meteorológicas y el control de la fatiga mental y física. Esto es más de cabeza de lo que parece”, indican sin querer pensar en el chorro de kilómetros que les queda por delante: la empresa de Fran y David acaricia la hazaña.