El Ayuntamiento de Tazacorte y el Cabildo de La Palma mantienen un nuevo enfrentamiento sobre el desarrollo de proyectos de interés en zonas del municipio, mostrando públicamente la disparidad de ideas a realizar en las antiguas piscinas y paseo del Puerto.

Si hace unos días se conocía la otra discrepancia que tenía que ver con la llegada de la nueva carretera de la vía de circunvalación a este mismo núcleo, y en el que la rotonda final del trazado obligaría a derribar un almacén histórico vinculado al comercio de hace un siglo, ahora tiene que ver con la solución definitiva a este extenso espacio, convertido ahora en solar, en el mismo frente de litoral.

Actualmente la zona de playa cuenta con un paseo marítimo en primera línea, al que sigue el espacio en el que nunca llegaron a poder desarrollarse esas piscinas vinculadas al ocio marítimo, y al que sigue una vía actualmente utilizada para el tránsito y aparcamiento de vehículos.

Ambas ideas a desarrollar transforman ese espacio, pero con desarrollo y resultado dispar. En el caso del Ayuntamiento se apuesta por reformar la zona rellenando el espacio de las antiguas piscinas convirtiendo ese espacio en lugar para el ocio y la práctica deportiva.

Por su parte, el Cabildo apuesta por convertir en playa todo ese espacio, dotándolo de arena, y permitiendo la instalación de canchas de fútbol y vóley playa. El paseo sería trasladado hasta la actual carretera, contando con kioscos, restaurantes, además de vestuarios y duchas, que permitirían tener más servicios a la actual playa del Puerto de Tazacorte.

Ese gran paseo homogéneo que defiende el Cabildo, señaló el consejero insular de Planificación, Gonzalo Pascual, en una entrevista en ElTimeTV, permitiría “renovar la imagen de una de las zonas turísticas más importantes de La Palma que lleva 35 años en espera de una actuación que permita aprovecharla”. Además, Pascual defiende que la propuesta insular “es factible, no como ocurre con la propuesta que defiende el Ayuntamiento de Tazacorte”.

Esa iniciativa insular está avalada por los informes de la Demarcación de Costas, que ve más factible el retranqueo con zona de arena hasta el actual talud de las antiguas piscinas.

El proyecto en el que trabaja el Cabildo ya ha supuesto un coste de 100.000 euros en un estudio de batimetría para controlar las mareas en cada momento del año y conseguir evitar, en la medida de lo posible, las habituales inundaciones por las crecidas de mar.

Por último, recordó Gonzalo Pascual que “no es una cuestión del Cabildo ni del Ayuntamiento, sino de Costas y dice que hasta el dominio público no puede ir hormigón”, cómo propone el proyecto del Ayuntamiento.