La Guía Peñín incluye a las islas de La Palma y Lanzarote entre los ocho paisajes de viñedos más espectaculares del mundo , junto a Ribeira Sacra, Valdeorras, Priorat, Bizkaiko Txalolina, Sierras de Málaga o Jerez.

“Algunos son singulares por su topografía imposible, otros por haberse desarrollado entre bellos fenómenos geográficos como ríos, valles y montañas; otros, simplemente, crecen en tipos de suelos poco comunes y que nos regalan imágenes excepcionales”, dice el artículo.

La Palma

La isla de La Palma, a pesar de su reducida extensión (poco más de 700 kilómetros cuadrados), está dividida en tres subzonas de producción: la subzona Hoyo de Mazo, la subzona Norte y subzona de Fuencaliente. En la primera, el viñedo se asienta por encima de los 1.100 m. de altitud sobre el nivel del mar, con pendientes muy pronunciadas. El suelo fértil se encuentra bajo una gruesa capa de piedra que actúa reteniendo la humedad y evitando que salgan malas hierbas. Las variedades que se suelen cultivar a esta altitud son: albillo criollo, listán blanco de Canarias, listán prieto entre otras. La subzona Norte nos presenta un paisaje de viñedo entre pinar, pendientes pronunciadas y cepas que desafían la gravedad a más de 1.000 metros de altitud. Por último, Fuencaliente presenta un cultivo de viñedo tradicional de conducción rastrera, sobre suelos volcánicos poco evolucionados y muy pobres, donde la capa de suelo fértil puede encontrarse a varios metros de profundidad.