El proyecto La Palma Renovable avanza con los últimos pasos necesarios para impulsar la creación de la primera Comunidad Energética Local de Canarias. Esta primera y pionera iniciativa se desarrollará en San Andrés y Sauces, donde se instalará una planta de energía fotovoltaica de autoconsumo compartido sobre uno de los estanques de la comunidad de regantes de la localidad, que generará un beneficio tanto económico como ambiental para sus habitantes.

Una Comunidad Energética Local (CEL) es una figura impulsada desde la legislación europea que permite dar herramientas e igualdad de oportunidades en el mercado eléctrico a la ciudadanía, las pymes y las administraciones locales para que generen, consuman y gestionen la energía de un modo justo, eficiente y colaborativo, al basarse en la participación activa de los propios usuarios.

A finales de 2020, La Palma Renovable solicitó a la Vicepresidencia del Gobierno de Canarias la financiación necesaria para el estudio de viabilidad tecno-económica para este proyecto. El informe ha arrojado muy buenos resultados, tanto en la viabilidad técnica como en la económica de retorno de inversión, y ahora empieza una nueva fase donde se espera contar con la participación activa de ayuntamiento, pymes y ciudadanía para convertirse en usuarios de esta instalación compartida de energía renovable.

Desde los propulsores del proyecto destacan que la Comunidad de Regantes de Los Sauces “ha estado implicada desde el primer momento, facilitando y siendo clave para que la Comunidad Energética se haga una realidad”. El Ayuntamiento de San Andrés y Sauces ya ha manifestado su interés en ser parte de la Comunidad Energética y consumir electricidad generada en la instalación, así como poder aportar soluciones para los habitantes del municipio en el ámbito de pobreza energética.

El primer proyecto de la comunidad energética de Canarias consistirá en una instalación de generación de energía fotovoltaica de 100 kW sobre un estanque que proporcionará energía renovable, en régimen de autoconsumo compartido, a las personas y entidades participantes y establecidos a menos de 500 metros de la instalación. Esta instalación supondrá un ahorro de emisiones de 140 toneladas de CO2 al año y, además, al estar situada encima de un estanque, evitará evaporación de agua y aparición de algas mejorando la calidad de la misma.

Esta instalación permitirá a los consumidores generar su propia energía, como si la instalación estuviera en su tejado, y proporcionará ahorros en la factura eléctrica proporcionales a la inversión que se haga en el proyecto. La tasa interna de retorno de la inversión depende de la inversión que se haga y del uso energético, pero en algunos casos puede estar incluso por encima del 10%. Las participaciones serán a partir de 300 euros.