La renta media de un habitante de la isla de La Palma, según el Informe de Coyuntura realizado por la Federación de Empresarios de La Palma, asciende a 18.762 euros por persona, frente a los 20.940 euros de media regional, lo que supone casi 2.200 euros menos.

Este indicador está recogido en el informe elaborado por Corporación 5 por encargo de Fedepalma, y que contó con el apoyo del Cabildo insular, realizado para conocer la situación real de la economía familiar y empresarial en La Palma, comparándola con el resto de islas del Archipiélago y territorio peninsular.

En La Palma, los últimos datos actualizados sobre las estimaciones insulares armonizadas de la Contabilidad Regional de España (ISTAC) se remontan al último al año 2018, en el que el Producto Interior Bruto (PIB) de la Isla ascendió a 1.576.672 miles de euros, en torno al 3,4% del PIB regional, disminuyendo su peso relativo debido al mayor ritmo de crecimiento de la magnitud para Canarias (3,7%) respecto a La Palma (3%).

Así, en relación con la población, la cual ha permanecido prácticamente constante en unos 83.000 habitantes, el PIB per cápita en La Palma se sitúa en los 18.762 euros por persona, un incremento del 2,2% respecto a 2017, frente al 2,5% para el conjunto de Canarias, que registra 20.940 euros por persona. Así, cada palmero percibe al año casi 2.200 euros menos de media que el resto de los canarios.

Esa diferencia es mayor si la comparativa se realiza con un residente en la Península, ya que el menor ritmo de crecimiento de la economía insular provoca una diferencia de casi 7.000 euros, respecto a los 25.771 euros por persona, lo que supone que la renta per cápita en La Palma supone aproximadamente el 72% de los niveles que se alcanzan para el conjunto de España.

El informe hace hincapié en el impacto que la doble insularidad tiene en los hogares de la Isla

Dentro de las conclusiones del informe se hace hincapié en el impacto que la doble insularidad tiene en los hogares palmeros, en donde no solo disponen de menos recursos que un hogar del mismo nivel estructural en otra Isla capitalina, sino que soporta sobrecostes en la mayoría de los servicios que recibe, tanto públicos como privados.

En relación al empresariado, el Informe de Coyuntura también revela el pequeño y mediano comerciante de la Isla, del que depende gran parte del tejido productivo a escala local, resiste con algo más de confianza los embates de la crisis Covid.

Esos indicadores hablan de que en la Isla Bonita los números son mejores que en Canarias, pese a que en los últimos meses “se han atemperado las expectativas de los agentes de la Isla, tal y como reflejan los índices de confianza empresariales y del consumidor”, señala el informe. En este primer trimestre de 2021, el Índice de Confianza Empresarial Armonizado(ICEA) está en 118 puntos, algo por debajo del último trimestre de 2020 y casi un 16% por debajo de la confianza que mostraba el empresario a comienzos de del pasado año, antes del inicio de la pandemia, cuando estaba en 140 puntos.

Si se compara este dato con el global de Canarias, se observa que La Palma es, dentro del pesimismo general y comercialmente hablando, más optimista. Las cifras en Canarias llevan cuatro trimestres por debajo de los 100 puntos y con una caída interanual de más de 27 puntos.