Una exposición impulsada por la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel pone de relieve la típica ventana canaria como elemento constructivo identitario de las antiguas construcciones del Archipiélago.

Comisariada por Manuel Poggio Capote y Jesús Pérez Morera, la muestra está justificada en el trabajo de campo realizado por la arquitecta palmera Saray González Álvarez, quien destaca que el objetivo de la exposición es rastrear los antecedentes ibéricos e hispanomusulmanes de la tipología de ventana canaria, su transmisión a Canarias y América, y la creación de modelos particulares que se distingue por el sello particular de lo que define como “lo isleño”.

Al mismo tiempo, se persigue concienciar a la opinión pública sobre su singular valor y la necesidad de buscar propuestas que compatibilicen su uso con su conservación, añade la arquitecta, quien destaca que por su excepcional plasmación y rareza, sobresalen los balcones, miradores y ventanas de celosías, de tal modo que, seguramente, “no existe un conjunto tan numeroso y variado en el mundo hispánico como el que afortunadamente se ha conservado en nuestras islas, en especial en la de La Palma”, recalca Saray González Álvarez.

Además, destaca que desde el siglo XVI, con los aportes que fueron llegando y asentándose desde diferentes focos emisores, fundamentalmente Castilla y la Baja Andalucía, de Portugal continental y los archipiélagos atlánticos, se crearon y cuajaron una serie de formas y soluciones arquitectónicas resultado de un proceso de síntesis, reelaboración y adaptación a sus circunstancias humanas, materiales y geográficas que han llegado hasta la actualidad, afortunadamente, para su disfrute.

“Se gestaron así formas únicas en muchos casos”, indica Saray González, como los balcones, miradores y las ventanas de celosías, “signos culturales que es necesario conservar, proteger y transmitir a las generaciones futuras”, defiende, ya que “son elementos que se encuentran amenazados por la desidia, la ignorancia y el desconocimiento”.

En la desaparición de estos elementos mucho tiene que ver que en la actualidad las carpinterías tradicionales, lenta e inexorablemente, están desapareciendo masivamente, así como “la complicidad de los planes y normativas aprobadas”, que no las protegen y permiten que puedan ser “remplazadas por impersonales y antiestéticos aluminios de diversa gama, huecos enteramente acristalados o por penosas imitaciones de madera en el mejor de los casos”, lamenta Saray González.

“Es una verdadera lástima el poco cuidado y la nula consciencia que se pone en salvaguardar esta seña de identidad de nuestra arquitectura tradicional”, defiende la arquitecta, que considera necesario tomar conciencia de su valor y existencia, para después, promover o demandar su debida protección, inventario y catalogación, parejo a la difusión de su conocimiento y disfrute.

La muestra, que ya puede disfrutarse en la Casa Principal de Salazar de Santa Cruz de La Palma, cuenta con el patrocinio del Gobierno de Canarias y el Cabildo palmero, y en su inauguración estuvieron presentes la consejera insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Jovita Monterrey Yanes; del concejal de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento santacrucero, Manuel Garrido, y del presidente de la Real Academia Canaria de Bellas Artes, Carlos de Millán Hernández.

En el acto, tanto Manuel Poggio como Saray González, apuntaron que “estas carpinterías son el elemento más expresivo de la arquitectura tradicional canaria”, constituyendo estas ventanas, balcones, puertas y otros elementos “el signo más representativo de las formas de construcción insulares”. En este contexto, destacaron que “es muy probable que la serie de celosías canarias y, especialmente, la de la isla de La Palma sea la más numerosa y variada que se conserva en el mundo hispánico”.

Sobre ese asunto, la también miembro de la Real Academia Canaria de Bellas Artes, María Victoria Hernández, destaca que “además de propiciar la ventilación y frescura de la estancia”, la ventana de celosías ocultaba el deseo de privacidad. “Desde el exterior, en la calle, en el entramado de finas maderas romboidales se dibujaban siluetas personales que no llegaban a identificarse”, lo que para Hernández “no era impedimento para el paseante diera igualmente las buenas horas”.

La muestra podrá visitarse hasta el 31 de marzo y, posteriormente, recorrerá otros puntos de las islas, como ya lo hizo en el Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos de Aridane.

Vinculado a esta exposición se ha publicado el catálogo ‘La ventana tradicional, signo de identidad de la arquitectura canaria’, que recoge todas las características de este importante elemento arquitectónico y cuenta con textos además de María Victoria Hernández Pérez, Antonio Lorenzo Tena, Jesús Pérez Morera, Manuel Poggio Capote así como de la propia González Álvarez.