El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, ha sido una de las voces más tajantes sobre la polémica surgida en las vacunaciones de cargos públicos en el Archipiélago. “Deben dimitir”, aseguró sobre quienes se saltan el protocolo. Estas declaraciones las realizó en el programa El Debate, de Televisión Española en Canarias, donde hizo hincapié en que “nos hemos dotado de unas reglas de juego y hay que cumplirlas”. Además, señaló que entiende “cualquier otro razonamiento”, recordando incluso que en una primera fase “estaba la idea de que determinados responsables públicos o personas de relevancia se vacunaran para dar ejemplo, ya que había rechazo a vacunarse”.

“Pero esa decisión no se tomó”, dijo, y Trujillo defendió que “el Comité de Salud Pública acordó unas reglas”, recalcando que “a esas nos tenemos que atener”. El consejero de Sanidad de Canarias señaló que en Canarias “hay algunas personas que se han vacunado con alguna responsabilidad política”, para lo que dijo “hay dos campos que hay que separar, cómo fue su nombramiento y cuál es su función”.

En referencia a los casos palmeros de la consejera insular de Sanidad, Susana Machín, y las concejalas de Servicios Sociales de los municipios de Puntallana y Puntagorda, las tres pertenecientes al Partido Socialista, Blas Trujillo indicó que la Consejería de Sanidad está evaluando cada caso, para lo que desde la entidad regional se abrieron expedientes informativos “en aquellos casos donde hay unas ciertas dudas sobre que funciones cumple cada una de esas personas”, que permitan tomar la decisión definitiva. Por último, Trujillo indicó que “los grupos de vacunación están perfectamente definidos y no podemos aceptar que nadie haga trampas”, por lo que concluyó indicando que “si son incorrectas esas vacunas, y esa persona tiene un cargo púbico, lo que tiene que hacer cada una de ellas es dimitir”.

A Zapata le ofrecieron vacunarse

El presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, afirmó en declaraciones realizadas a Cope La Palma que, cuando acudió a la Residencia de La Dehesa en el día que se estaba suministrando la primera dosis de la vacuna a los residentes y personal, uno de los usuarios del centro le preguntó si quería vacunarse. Con naturalidad, Hernández Zapata señaló que “me preguntaron si me quería vacunar”, a lo que les respondió que “lo haría cuando me correspondiera”. El presidente palmero indicó que en ese momento “no lo pensó”, cuestionándose qué hubiera pasado si llega a contestar afirmativamente.