El desarrollo de los trabajos de saneamiento de la ladera de El Time, sobre el Puerto de Tazacorte, encuentra en los actos vandálicos y personas que no respetan las señalizaciones de prohibición de paso una nueva dificultad que no estaba prevista en el proyecto.

Es el propio Cabildo insular quien se ha visto obligado a hacer un llamamiento para que no se acceda a las zonas perimetradas por seguridad de las obras de la ladera de El Time, porque representa un grave riesgo debido al tipo de trabajo que se está ejecutando.

La empresa que se encarga de la obra ha tenido que intervenir en varias ocasiones para desalojar a quienes se saltan la señalización de obra existente y las zonas valladas, poniendo en conocimiento de estas situaciones a las fuerzas de seguridad.

También se ha informado a los agentes de la ley de los continuos actos vandálicos que se han producido en el entorno de los trabajos, causando daños en el vallado de seguridad instalado en el perímetro de las obras.

El sendero que también forma parte de estos trabajos de reposición permanece cerrado no solo por la ejecución de la obra, también por el peligro que puede suponer su uso mientras siguen cayendo piedras por las detonaciones controladas para limpiar el talud.

En esta primera fase de la obra se está llevando a cabo la revisión de las zonas más sensibles y con mayor presencia de rocas que pueden caer por la ladera, la instalación de líneas de vida y elementos de anclaje para la seguridad de los trabajadores, que son todos especialistas en técnicas de escalada.

Asimismo, se está procediendo a la remoción puntual de bloques sueltos por medios manuales y retirada de los mismos a zonas estables. En el caso de los bloques rocosos de mayor tamaño que sea inviable su retirada manual, se está aplicando el método de fragmentación y reducción del volumen de rocas por medio del sistema denominado demorock o detonaciones controladas.

Este procedimiento, también ejecutado por personal de escalada y con acreditación de expertos, consiste en la utilización de un producto pirotécnico categoría P2, que se acciona a distancia y provoca la rotura de la roca en tamaños más pequeños y fáciles de remover manualmente. Se estima que este sistema se utilizará por un periodo de entre dos y tres semanas, para dar continuidad con el resto de sistemas de protección previstos.