Tan solo 1.905 camas de las 4.252 que tienen los establecimientos hoteleros asociados a Ashotel en La Palma están en servicio. El 55,2% sigue cerrado, muy por debajo de los datos que aporta el sector turístico en las otras islas de la provincia.

En estos momentos, cinco de los quince establecimientos asociados a Ashotel se encuentran cerrados. Cuatro de ellos ni siquiera han podido abrir desde marzo, mientras que el quinto lo intentó en agosto, pero tuvo que cerrar de nuevo sus puertas.

Y es que la mayoría de los establecimientos de la Isla Bonita, los de mayor volumen, no encuentra razones ni motivaciones que les permitan abrir sus puertas, por lo que han ido retrasando durante estos meses su reapertura. Con la temporada de invierno ya perdida, la esperanza de los grandes hoteles está en los meses de primavera y verano. Para esa fecha estarían ya operativos, si no dan marcha atrás en su decisión, el Hotel Sol en Puerto Naos o el de Teneguía Princess en Fuencaliente, que anunciaron hace semanas sus fechas de apertura para el 1 de febrero y el 21 de marzo, respectivamente.

Mientras tanto, el sector turístico palmero es realista, y mira al horizonte del verano para intentar recuperar la conectividad aérea de la Isla y ver crecer las cifras relacionadas con este importante sector que supone el 40% de la economía de La Palma.

El presidente del CIT Tedote, Óscar León, destaca en estos momentos “no tenemos certezas de lo que pasará en un futuro cercano con el sector”, pero se trabaja con la constatación de una temporada de invierno “perdida”, y mirando hacia la Semana Santa con la esperanza de que haya “un pequeño repunte en ocupación y facturación” pero solo para las empresas que estén abiertas en ese momento, que serán muy pocas.

León mira con cierta esperanza al posible movimiento del turismo interinsular a partir de primavera, que suponga “un pequeño alivio, pero la crisis económica va creciendo y agravándose por días”. Por eso apunta a que se trabaja con la “idea realista” de que la evolución positiva de la pandemia y el ritmo de vacunación lo permiten “a partir de julio haya una recuperación del sector turístico, al menos de una parte”.

Con respecto al momento en que se podrá recuperar los niveles económicos y sociales anteriores a la pandemia, destaca que eso “ya es de adivinanza”, pero añade que, refiriéndose a La Palma, “si trabajamos en equipo, administración y sector privado, transmitimos y promocionamos bien a nuestros mercados el perfil de vacaciones que tenemos de no masificación, naturaleza y ocio activo, pues podremos recuperar, con un buen trabajo, incluso antes que otros destinos masificados que necesitan cientos de vuelos por semana”.