Los trabajos de urgencia para asegurar los riscos y evitar los desprendimientos sobre la carretera LP-1 a su paso por el barranco de Gallegos, en Barlovento, podrán prolongarse hasta cinco meses, permitiendo dotar de seguridad a este tramo a la vía.

La primera fase de los trabajos se centrará en sanear los taludes, como paso previo a instalar el sistema de seguridad proyectado para toda la ladera del barranco por la que atraviesa la carretera, dado que finalmente se ha decidido intervenir en su integridad. Para ello se van a instalar 22.000 metros cuadrados de malla reforzada, que irá fija a la zona donde se detectó que existe riesgo de desprendimiento. Una malla que, a su vez, estará reforzada por una red de anillos. Asimismo, se instalarán a lo largo de los dos kilómetros del tramo del barranco pantallas dinámicas para proteger a los usuarios de la vía de posibles desprendimientos, que estarán colocadas en distintas inclinaciones y alturas, en función de la orografía.

Paralelamente se interviene en la vía LP-1092, que une Gallegos con la carretera de Las Mimbreras (LP-109), para su asfaltado, ya que la obligatoriedad de cerrar este tramo de la LP-1 debido a la obra, por el riesgo para los usuarios de la carretera, ha llevado a esta intervención para facilitar las comunicaciones de los vecinos de la zona.

Este asunto llegó al pleno ordinario del Cabildo, donde el portavoz de Coalición Canaria, Juan Ramón Felipe, expuso el riesgo que también puede suponer para los vecinos el usar la carretera de Las Mimbreras. Defendió el nacionalista las reclamaciones realizadas por vecinos que en estos momentos “están aislados, viviendo situaciones de hace 30 años”, dijo, incidiendo en que “por las noches la carretera se cierra con una valla y un candado”. Por ese motivo, Felipe preguntó sobre la posibilidad de regular el tramo afectado por la obra con un semáforo, que permita mantener la vía abierta a su uso y que dejen de tener “dificultades en el transporte público y en el reparto incluso del pan”, dijo el portavoz de CC, quien se ofreció a buscar soluciones conjuntas “ya que no queremos hacer política de estos temas”, concluyó.

En respuesta, el consejero insular de Infraestructuras, Borja Perdomo, hizo hincapié en que la problemática de desprendimientos de esta vía “podía haber estado solucionada hace años”, aludiendo a que conoce de primera mano los problemas e inconvenientes que se le están causando a los vecinos de Gallegos y Franceses. Así, expuso que para resolver la problemática se declaró la obra de emergencia, invirtiendo 3,2 millones de euros para ejecutar una actuación de la que “tenemos un compromiso con la empresa adjudicataria de trabajar lo más rápido posible para que estén concluidas en cinco meses”, indicó.

Cuestiones de seguridad

Respecto a la seguridad explicó que “permitimos durante quince días el acceso a los vecinos, pero fue complicado asumirlo”, y añadió: “Pensé que en cualquier momento me iban a llamar para comunicarme una desgracia”. Ahora la vía está en obras “y tiene que estar vallada”.

Por último, informó que la cuadrilla de limpieza que está permanentemente en la carretera de Las Mimbreras dispone de la llave del candado por si fuera necesario abrir la carretera.