La Palma sigue sufriendo e intentando combatir una de las plantas invasoras más dañinas y con facilidad de propagación que existe, el Pennisetum setaceum o rabo de gato, de la que ahora, tras los estudios realizados por la bióloga Cristina Hernández, se conoce que puede expandirse adherida a ruedas de vehículos o zapatos.

Así lo confirmó la científica, quien además indicó que el fuego es otra de las herramientas que utiliza para conseguir mayor fuerza de propagación.

Mientras el Cabildo insular mantiene un programa de control de esta planta invasora con resultados esperanzadores, Cristina Hernández pone de relieve la necesidad de actuar adecuadamente, destacando que existen puntos donde se ha logrado erradicar, pero advierte de la necesidad de continuidad durante años.

El Cabildo de La Palma lleva a cabo un programa de control y erradicación de esta especie invasora que se ha convertido en “un problema mundial”, añadiendo que “su facilidad para extenderse es asombrosa”, ya que cada planta puede vivir 20 años generando hasta diez mil semillas que se propagan fácilmente por efecto del viento, “pero también con el tránsito de vehículos o en los zapatos”, indica. El fuego, al contrario de lo que podría parecer, “alimenta la planta y favorece su propagación”, destaca, por lo que considera necesario conocer la forma adecuada de manipularla.

Pone de relieve que, en lugares como Juan Adalid, en Garafía, ya se ha logrado erradicar, pero, sin embargo, es necesario hacer un seguimiento.