El doctor en Geografía por la Universidad de La Laguna y exconsejero de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife, Wladimiro Rodríguez Brito, presentó su renuncia a seguir formando parte del Comité Científico de la Reserva Mundial de la Biosfera de La Palma tras el cese de su director ejecutivo.

Es la segunda dimisión que se conoce públicamente tras la anunciada por el catedrático de Economía Aplicada, José Ángel Rodríguez Martín, en señal de rechazo al cese por parte de la Presidencia de la entidad, que ostenta Mariano Hernández Zapata, de Antonio San Blas, y el posterior nombramiento del exdiputado popular Ernesto Aguiar.

En una carta, Rodríguez Martín presentaba su renunciar al Consejo Científico de la Reserva Mundial de la Biosfera de La Palma expresando su rechazo a las formas de proceder en la renovación en su funcionamiento institucional. Ahora, Rodríguez Brito justifica su decisión ante la negativa de realizar un encuentro para debatir sobre la situación del agua en La Palma, ya que “entendíamos que el Consejo Científico tiene que entrar desde el punto de vista geológico, pero también ambiental”, en esas cuestiones, y “preocuparse de cómo mejorar la calidad de vida de los palmeros”, indicó a EL DÍA.

Justifica su decisión ante la negativa de realizar un encuentro para debatir sobre la situación del agua

En científico, natural del municipio de Barlovento, reclama que “esa reunión es suspendida y no nos dan otro plazo para volvernos a ver”, a lo que se añadió la decisión de “echar a Antonio San Blas”, por lo que “pierde uno todo tipo de autoridad científica”, añadió, lamentando que “para tener una tarjeta de visita y no preocuparnos de los problemas de un territorio, pues entiendo que no debo estar ahí”.

Asimismo, hace referencia además Wladimiro Rodríguez Brito a la misiva remitida al Patronato de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma y suscrita por unanimidad de los doce miembros del Consejo Científico, que el presidente se negó a leer “al no estar firmada”.

Por todo ello, el exconsejero del Cabildo de Tenerife defiende que la sostenibilidad “no es un alegato vacío para llevarlo a las elecciones”, apostando en islas como La Palma “por razones que no pueden obviar estos conceptos”.