El proyecto educativo La Palma stop bullying lucha en los centros académicos de la Isla contra el acoso escolar a través de actividades pensadas para el profesorado, familias y alumnado, en las que se integra la creación cinematográfica para pasar del pensamiento y la reflexión crítica a un aprendizaje a través de las emociones y la acción del juego dramático. Creado y desarrollado por Naira Gómez e Iriome del Toro, miembros de Mahkah Cultura, sus promotores también llaman la atención sobre las nuevas formas de acoso en las aulas, con motivo del Día Internacional de los Derechos del Niño.

Naira Gómez e Iriome del Toro defienden que su trabajo con La Palma stop bullying en los centros escolares se basa en los derechos del menor, explican, “porque todo niño tiene derecho a una vida saludable, a una educación de calidad y a estar protegidos contra todo tipo de abuso y violencia, por tanto, frente al acoso escolar”, subrayan. Igualmente, quieren llamar la atención sobre la importancia de “no permitir que la Covid agrave en las aulas situaciones de acoso por un simple estornudo o un rumor que se genere de posible contagio”, advierten.

Desde La Palma stop bullying intentan fomentar esta inteligencia colectiva, ofrecer información clara y sencilla sobre el acoso escolar, entender que la violencia tiene grados, pero toda ella hace daño “a todos, no solo a los implicados en primera persona, que solemos definir como acosador y acosado”. Por eso, “no es saludable normalizar los abusos de poder”, e insisten en la necesidad de dotar de herramientas prácticas para resolver este tipo de conflictos “desde uno mismo y desde la colectividad, ya que el trabajo en equipo es fundamental a la hora de atajar el acoso escolar” y, principalmente, prevenirlo, “ya que, si trabajamos fuertemente en la prevención, evitaremos muchas situaciones problemáticas futuras”.

Para abordar estas problemáticas, el proyecto fue creciendo a lo largo de los últimos cuatro años, hasta terminar en este curso con la formación de Mediación Escolar, para tratar con el profesorado, padres y madres desde el punto de vista y circunstancias de cada uno, ofreciéndoles técnicas o soportes que realmente les sea útil en el desempeño de su labor.

Y todas esas técnicas se integran con actividades de creación cinematográfica, que Nuria e Iriome consideran “clave para pasar del pensamiento y la reflexión crítica a la acción”, permitiendo así “aprender mientras creamos historias relacionadas con el acoso escolar en forma de cortometrajes, que luego proyectaremos para toda la comunidad educativa” y seguir construyendo diálogos abiertos, sinceros y respetuosos frente a esta problemática, “porque lo peor que tiene todo esto es la ley del silencio que se puede dar tanto sobre el alumnado, un centro o entre las familias”.

Premio nacional

El proyecto La Palma stop bullying ha sido premiado a nivel nacional en los reconocimientos Dilo Todo contra el Bullying como una de las iniciativas más innovadoras y eficaces en la concienciación y lucha contra el acoso escolar desarrollado por colegios, empresas e instituciones. Los premios Dilo todo contra el Bullying, que organiza TOTTO, la Fundación Gestionando Hijos y la Asociación contra el Acoso Escolar, fueron concedidos a nueve proyectos en toda España, y La Palma está entre ellos, reconociendo el apoyo al sector de la enseñanza contra esta lacra social.

Para los responsables de Makah Cultura, este premio nacional es “un impulso más para alzar la voz”, mucho más este mes de noviembre, cuando se celebra el Día Internacional de los Derechos del Niño, en favor de la prevención del acoso en las aulas. “Se necesita mucho trabajo aún y hay muchísimo camino por recorrer, sobre todo para entender que los derechos del niño son inherentes a todos los menores”, afirman, “y ninguno se merece que se vulneren esos derechos a costa de su bienestar”. “Para eso”, agrega, “debemos remar todos hacia la misma orilla y trabajar en equipo en la prevención del acoso escolar, en la detección temprana de conductas relacionadas con acoso escolar y tratarlas adecuadamente, saber diferenciar un problema de convivencia con uno de acoso escolar para tratar ambos adecuadamente”.