Las Unidades Móviles de Atención en Calle (UMAC) de Cáritas Diocesana en la isla de La Palma atienden a más de 130 personas sin hogar que pernoctan en la calle o lugares no apropiados ni habilitados, “una cifra que presumiblemente seguirá creciendo, ya que la realidad del sinhogarismo en la Isla es más amplia”, destacan desde la ONG.

La excepcional situación debido a la incidencia de la pandemia por la Covid-19 también está provocando que aumente la vulnerabilidad y exclusión social entre la población canaria, y especialmente entre el colectivo de personas en situación de sin hogar.

Junto a Tenerife, la isla más afectada por esta problemática en la provincia es la de La Palma, como refrendan los datos de que dispone Cáritas Diocesana de Tenerife. Así, atendiendo a la necesidad de dar respuesta a este colectivo, y gracias a la implicación de las comunidades parroquiales de la Isla, a Finales de 2017 se pone en marcha el proyecto de Unidades Móviles de Atención en Calle.

Desde entonces, este proyecto atendió a más de 400 personas, de las que cerca de un centenar son mujeres. Entre las acciones que realiza el equipo de la UMAC destaca la vinculación propia de la relación de ayuda, prospección y acercamiento a las zonas donde pernocta el colectivo de personas en situación de sin hogar, así como un diagnóstico social, intervención socioeducativa, orientación sobre los recursos sociales disponibles en la zona, derivación y coordinación con los recursos especializados. Además, se les facilita la cobertura de necesidades básicas e información sobre derechos fundamentales.

Durante la crisis del Covid-19, dada la grave y especial situación de emergencia humanitaria y sanitaria, donde las personas en situación de sin hogar se vuelven más vulnerables, frágiles y excluidas socialmente que nunca, el proyecto de la UMAC se reforzó, con la colaboración de las administraciones locales e insular, con reparto de comida caliente y envasada, y agua potable en los asentamientos o lugares de pernocta donde las personas intentaban estar confinadas.

Refuerzo en el confinamiento

Igualmente, se abrieron once plazas alojativas temporales de emergencia con cobertura 24 horas. Para ello, se amplió temporalmente el equipo técnico de Cáritas Diocesana, que contó con el inestimable apoyo de un grupo de más de una veintena de personas voluntarias.

Una vez finalizado el confinamiento por el Estado de Alarma, y a excepción de los recursos alojativos temporales de emergencia, se mantienen el resto de las acciones que ya se implementaban en la Isla, con la reapertura de los dos servicios de día, uno en Santa Cruz de La Palma y otro en Los Llanos de Aridane, de los que hacen un uso diario entre 30 y 40 personas a las que acompañan una decena de voluntarios.

En cuanto a las zonas con mayor densidad de casos en la isla, destacan los municipios de Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane.

Respecto a los perfiles, suelen ser personas con discapacidad, que solo perciben una prestación económica mínima, con patología dual o salud mental con dificultades para acceder a los recursos sanitarios, con problemática de drogodependencia o personas en situación administrativa irregular. En algunas ocasiones, se dan varias circunstancias a la vez, señalan desde la ONG.