La Palma continúa avanzando en dotar de los medios y promover la formación necesaria para convertir a su territorio en una isla cardioprotegida, la primera en el Archipiélago.

Cuando concluye una semana en la que se incentivó la formación para atender a emergencias por paradas cardiorrespiratorias, desde el Cabildo se está haciendo una apuesta decidida por un proyecto integral para contar con el instrumental necesario, convenientemente registrado y localizado, así como la formación para atender este tipo de situaciones.

Así, instalaciones públicas insulares cuentan con 33 desfibriladores semiautomáticos, que se registraron convenientemente con el 112, y serán distribuidos entre los catorce municipios para lo que se va a ofrecer formación para su utilización.

La finalidad es que isla disponga, sobre todo en las zonas más aisladas, de desfibriladores, que cumplan con todos los requisitos que requiere la normativa aprobada por el Gobierno de Canarias y que estén disponibles para su utilización en el caso de que se produzca una situación de emergencia.