La Palma trabaja para completar el 75% del reglamento turístico en el primer trimestre de 2021, que establecerá un marco general de garantías para cualquier inversor turístico que quiera implantarse en la Isla. Así lo confirmó a EL DÍA el consejo insular de Planificación, Gonzalo Pascual, quien defendió que se trata de "una normativa adaptada a la Ley de Las Islas Verdes y a la del Suelo", y que permitirá al Cabildo palmero seguir siendo "el más avanzado en esta adaptación".

Paralelamente, se implantará un marco legal "que huya de la farragosidad del Plan Territorial Turístico aprobado en su día, que incluya los nuevos usos y que cualquier persona, técnico o inversor sepa dónde se puede o no implantar al ver un plano, sin hacer complejas operaciones matemáticas".

Para ello, se hará una proyección de la posibilidad de implantarse turísticamente en la Isla, huyendo de modelos que no concilien con el principal recurso y equipamiento, que, según Gonzalo Pascual, "son nuestros paisajes, los espacios naturales".

En ese aspecto, anunció que en los espacios naturales se procederá a ordenar lo previamente clasificado y que fuera acorde con el modelo propuesto y respetuoso con los planes de gestión y de los espacios naturales. Esa ampliación del espacio de admisibilidad turística conlleva la aplicación directa de la Ley de las Islas Verdes, "en formatos de pequeña y mediana inversión", dijo.

Gonzalo Pascual matiza que "en ese marco general se abrirá el escenario y se simplificará. Es un deber de la Administración, que es la que puede y debe tutelar el interés general. En paralelo hay una serie de actuaciones, de actores privados, que llevan muchos años demandando implantarse en el territorio. Empezamos con más de 20 actuaciones y hoy siguen en la línea cinco. Vamos a ver cuáles llegan al final".

El consejero explica que se exigirá "una ordenación ambiental, una garantía económica, un modelo de actuación en suelo rústico o urbanizable, dependiendo del caso, pero que conlleve un equipamiento estructurante que cualifique y diversifique la oferta turística insular". Todas ellas son actuaciones de gran tamaño, que podrán e incorporarse, si reúnen toda la documentación necesaria y exigible. Por ello, matiza que "estamos en el mismo barco", ya que "ellos necesitan invertir, nosotros ese equipamiento estructurante y su capacidad alojativa asociada para que haya una mayor y mejor conectividad".

Esas actuaciones tienen que estar justificadas ambiental y económicamente, deben contar con la titularidad del suelo -en el caso de implantaciones en suelo rústico- así como cumplir con toda la normativa. Si es así, se incorporará su ordenación definitiva al Plan Insular, de tal modo que cuando concluya tendrán una habilitación directa para poder ejecutar, pero con un plazo determinado en su realización.