La isla de La Palma se enfrenta a la problemática generada por la falta de seguridad jurídica que perjudica la llegada de inversiones en materia industrial y turística. En ese trabajo, el consejero de Ordenación Territorial del Cabildo de La Palma, Gonzalo Pascual, defiende que desde su área se va a acometer la revisión del Plan Insular para superar esa incertidumbre.

Pascual confirma a EL DÍA que ya se realizaron trabajos previos "que nos permiten definir el modelo con seguridad jurídica y suelo suficiente para que se puedan plasmar en el territorio aquellas actuaciones y equipamientos que demanda la sociedad".

El consejero insular lamenta que "la realidad es que hay muy poco suelo con esa vocación. Unos están saturados y colmatados. Con otros sucede que, al haber poca oferta y una demanda relativa, hace que sea muy caro implantarse en estos sitios". Esto genera, según Pascual, "la alegalidad y que se implanten usos en suelo rústico con las externalidades negativas que conlleva".

Por otra parte, está la problemática de la escasez de suelo en un territorio tan reducido como La Palma. Pascual subraya que "tenemos zonas potencialmente desarrollables en urbanizables, pero los propietarios, que están vinculados a otros sectores, no van a tirar de ese carro, y ahí tiene que estar la Administración para provocar ese cambio, habilitar áreas ya antropizadas, convirtiéndolas en espacios capaces de albergar usos necesarios".

En paralelo, defiende que "es necesario habilitar una zona para la industria pesada, que necesita la Isla". En esta línea añade que es preciso desarrollar un sitio que no esté afectado por espacios naturales, que no interfiera en el uso residencial y turístico, en el que se pueda desarrollar esta actividad que es indispensable para la Isla.

Esto, según el consejero, "no incluye, solamente, a las plantas de asfalto. También son necesarias otra serie de actividades que se pueden regular. Al igual que es necesario ir pensando en el traslado de actividades con altas emisiones que se encuentran a las entradas de las ciudades". Asegura Gonzalo Pascual que "no es un disparate pensar que cuando vaya creciendo la conurbación de la zona este de La Palma, que a lo mejor la zona de mayor volumen de emisiones, donde se genera la electricidad, deba desplazarse hacia el sur o el norte. No es una cosa que haya que hacer mañana, pero sí tenemos que tener el horizonte".

Por último, destaca que "un claro ejemplo lo tenemos en la refinería de Santa Cruz de Tenerife", por ello considera que "hay que elaborar un plan director de actuaciones, que sea fruto del consenso, de la participación de toda la ciudadanía y colectivos, en definitiva, que se nutra de las aportaciones de toda la sociedad".