Unos documentos hallados recientemente prueban que los terrenos e instalaciones de la Central Hidroeléctrica del Salto del Mulato, en San Andrés y Sauces, son públicos. Este hallazgo permitiría que su titularidad pase al Consejo Insular de Aguas, dependiente del Cabildo de La Palma, que tiene previsto seguir destinando este centro a la generación de energía.

Tras el cese de la actividad en dicha central por parte de Endesa, el Consejo Insular de Aguas de La Palma intentó recuperar los terrenos y la instalación, pero un conflicto con unas personas que reclaman la titularidad de la propiedad paralizó los expedientes de reversión. De ese modo se pueden seguir dando pasos para que las instituciones públicas palmeras pongan a disposición de los usuarios de energía eléctrica recursos generados con energías limpias.

El grupo que dio con los documentos señala que prueban que la propiedad de los terrenos e instalaciones está vinculada a la concesión, ya que en el año 1956 el Consejo de Administración de Riegos y Fuerzas de La Palma SA decidió crear una unidad orgánica de explotación, por lo que la extinción de la misma implica también la reversión de los bienes. Este grupo surgió del proyecto La Palma Renovable y trabaja de forma voluntaria para lograr la necesaria reversión y puesta en funcionamiento de la Central Hidroeléctrica del Salto del Mulato, continuando así la labor iniciada por miembros de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético de La Palma. De acuerdo con las informaciones recopiladas por el grupo de acción, las instalaciones llevan sin generar energía desde el año 2003, incumpliendo con el objetivo principal de la misma y de la concesión. Además, la concesión finalizó el 22 de marzo de 2012, por lo que en el año 2017 el Consejo Insular de Aguas de La Palma inició un expediente de extinción que aún se encuentra sin resolver, ya que no incluía la reversión, pues un informe técnico indicaba que los bienes eran de titularidad privada.

La instalación fue construida y puesta en funcionamiento con dinero público, además de la adquisición de los terrenos que también fueron comprados por la empresa pública Riegos y Fuerzas de La Palma SA. Desde el 1 de enero de 1971 la concesión pasa a manos de Unelco, ahora Endesa, que "la mantuvo varias décadas en explotación sin pagar ningún tipo de canon", señalan desde el grupo de acción.

Por último, desde la plataforma exigen celeridad y que "la administración haga el trabajo que le corresponda" para recuperar esta instalación para el uso público. La puesta en marcha de esta central hidráulica es un punto clave en el proceso de transición energética en La Palma que está recogido en el llamado Manifiesto del Electrón, consensuado por todas las fuerzas políticas, entidades sociales y económicas.