Un grabado rupestre único, realizado por los antiguos pobladores de La Palma y situado junto al sendero que recorre los bordes del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente a su paso por la cumbre de Garafía, sufrió las consecuencias de un ataque realizado por desaprensivos contra el patrimonio histórico.

El doctor en arqueología, Jorge Pais, lamenta este "inexplicable atentado contra un grabado rupestre". Destaca Pais que el yacimiento solo consta de un único panel que tiene como soporte una gran roca suelta con la particularidad de que su superficie es muy irregular salvo por un estrecho friso liso que recorre toda su extensión. Y fue, precisamente en esta "tirijala", donde los benahoaritas grabaron un meandriforme de gran desarrollo, descubierto en noviembre de 2010 por Carlos Martín Pérez.

Este motivo indígena que no se aprecia muy bien, salvo determinadas horas del día debido al desgaste sufrido a lo largo del tiempo, fue rayado en su totalidad, "con auténtica saña, no hace mucho, con un objeto metálico", lamenta el arqueólogo. Para Pais, "esta forma de actuar nos habla de un daño intencionado, como si se hubiese querido borrar completamente la inscripción indígena", haciendo alusión a que "generalmente, se contentan con dejar sus iniciales, que también las hay, y no tocan el resto del motivo", pero en este caso actuaron con la intención de no dejar rastro del vestigio aborigen.

"Solo basta un minuto, como en este caso, para que alguien destroce unos signos que, como mínimo, fueron realizados hace 500 años por un benahoarita convencido de que esta representación haría que los dioses se apiadasen y les mandase las ansiadas lluvias, delimitaba una zona de pastos o señalaba una ruta pastoril", comenta el especialista en los antiguos pobladores de La Palma. Con "impotencia y ganas de llorar" destaca Jorge Pais que se afrontan este tipo de atentados al patrimonio histórico de las islas, que "hacen que te cuestiones qué hemos hecho mal para que seamos incapaces de parar este tipo de actos vandálicos".

Por estas razones, Pais "quiere pensar que quién hizo estos rayones no vio el grabado rupestre, aunque la forma y la saña con que actuó, intentando cubrir las inscripciones indígenas, permiten suponer que lo hizo a sabiendas".