Un taller de trabajo potenciado por el Ayuntamiento de Puntagorda y financiado por el Servicio Canario de Empleo pretende, entre otras muchas actividades que desarrolla, limpiar y rehabilitar el antiguo horno de brea situado en medio de los pinares del municipio.

El doctor en Arqueología Jorge País destaca que esta actividad industrial, que en este caso se realizaba en un lugar conocido como los Juanianes, se desarrolló desde el mismo momento de la conquista de la Isla hasta comienzos del siglo XX, con el objetivo de explotar este producto, la brea, que se obtenía tras la quema de la madera de tea y del que, primero el Cabildo, y después los ayuntamientos, "obtenían pingües beneficios por el derecho de explotación", destacó.

El conjunto de Juanianes consta del horno propiamente dicho, en el cual se quemaba la madera, en cuyo fondo había una canal, enterrada en el terreno, que desaguaba en un primer depósito en el cual se acumulaba un producto, también conocido como alquitrán, que, a su vez, se quemaba y del cual se destilaba la brea que, por otra canal, llegaba a un tercer depósito mucho más pequeño, que desapareció en la mayoría de los conjuntos de este tipo de la Isla, una treintena, si bien es muy posible que aún se conserve, semienterrado, en este lugar de los montes de Puntagorda.

Jorge País resalta que "cada vez son más los ayuntamientos de La Palma que empiezan a apostar por la protección, conservación y puesta en valor de un rico, variado, y en la inmensa mayoría de las ocasiones, desconocido Patrimonio Cultural", en cuyos trabajos de limpieza y rehabilitación también colabora la Consejería de Cultura y Patrimonio del Cabildo insular.

Los hornos de brea tuvieron gran actividad en los siglos XVI-XVIII, coincidiendo con el desarrollo de la construcción naval canaria, pues la brea de pino aparte de sustancia medicinal se utilizaba, preferentemente, como betún impermeabilizante en la fabricación de barcos de madera.