La Guardia Civil investiga a un menor de edad vecino de la zona donde se inició el incendio forestal de Garafía como presunto autor "imprudente" del fuego que afectó a 1.200 hectáreas. Agentes pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) instruyen diligencias en las que se imputa a este joven de 16 años de edad el inicio de las llamas por quemar una tunera con la intención de eliminarla de las inmediaciones de la finca donde reside.

Conforme a los indicios que durante la investigación los agentes del Seprona consiguieron reunir, se están instruyendo las correspondientes diligencias que serán entregadas próximamente a la Autoridad Judicial competente.

Declaración del control. Los directores técnicos del plan de extinción del incendio de Garafía declararon tras la última reunión de coordinación celebrada la noche del lunes el control del fuego iniciado el pasado viernes y bajaron a Nivel 1 el grado de la emergencia, pasando la coordinación de la misma al Cabildo de La Palma. Asimismo, se decidió la apertura de todas las carreteras, permitiendo el tránsito por ellas a todos los vecinos que podrán regresar a sus casas y a los propietarios de las fincas agrícolas de la zona. Tendrán que hacerlo con precaución como consecuencia de algunos cables situados a baja altura por la quema de algunos postes que los soportaban, mientras se trabaja en su reposición. Por tal motivo se restringe el paso a aquellas personas que no puedan acreditar su residencia en la zona. También se permite la apertura de locales comerciales y de hostelería.

Descanso de efectivos. Más de 100 efectivos de la EIRIF, BRIF y de Cabildo de La Palma continúan desarrollando sus labores en la extinción de distintos puntos calientes y pequeños rebrotes que se produzcan en el incendio de Garafía. Desde la dirección del plan de extinción, "mirando de cara al futuro", se está procediendo a dar descanso a las distintas cuadrillas para afrontar las próximas jornadas "por si se reproduce este fuego o sucede algún tipo de incidente parecido en otro punto de la Isla".

Media docena de viviendas afectadas. La consejera de Medio Ambiente, María Rodríguez, visitó acompañada de técnicos y del alcalde de Garafía, Yeray Rodríguez, las zonas donde el fuego afectó a viviendas, pudiendo comprobar in situ el estado de las mismas. Actualmente, y a falta de visitar algunos pagos, se estima en media docena las afectadas, a cuyos propietarios se les está asesorando en la tramitación de ayudas. También tienen a disposición a los equipos de la Cruz Roja que les ofrecen servicios psicosociales.

Accidente de un bombero forestal. Durante estas jornadas en la lucha contra el fuego son centenares de operarios los que trabajan en el frente del incendio, en un primer momento, y ahora en evitar el rebrote de las llamas. Durante el día o la noche aúnan esfuerzos arriesgando su integridad para conseguir sus objetivos. Así, una caída de un bombero forestal la madrugada de ayer, que rápidamente fue trasladado por los servicios médicos, atendido y posteriormente dado de alta, viene a poner en valor la labor realizada a pie en el terreno.

Medios aéreos. El operativo aéreo que lucha contra el incendio de La Palma prosigue su labor fundamental desde el cielo enfriando el terreno. Entre esas aeronaves, los tres hidroaviones que recogen agua en el Puerto de Tazacorte para posteriormente humedecer el monte garafiano permanecerán en las islas en los próximos días, al menos hasta que la ola de calor que llega de nuevo hoy a Canarias cese. Esta medida preventiva permitirá contar con estos aparatos a disposición de la extinción de cualquier otro incidente de este tipo que surja en el archipiélago en los próximos días. A partir de hoy el dispositivo permanecerá con cuatro helicópteros refrescando la zona y se replegarán el resto de efectivos.

Cámara termográfica. El incendio que se originó el pasado viernes en Garafía se encuentra estabilizado, pero aún se mantiene activo, por lo que es necesario no bajar la guardia. En este sentido, los equipos de extinción trabajan para enfriar la zona y tratar de localizar los puntos calientes, para poder así actuar sobre ellos y evitar que se produzcan nuevos rebrotes. En esta misión colabora el avión de coordinación aérea y observación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, provisto con cámara térmica que permite la identificación de puntos calientes desde el aire. Gracias a esta técnica, las labores de extinción resultan más eficaces.

La viña actúa de contrafuego. El fuego afectó a zona de pinar y de matorral en los montes de Garafía, donde el cultivo de la viña en las medianías también se vio perjudicado. Pero esas fincas en las que sus propietarios llevan desarrollando esta actividad agrícola durante décadas, manteniendo los terrenos limpios de maleza y vegetación, también sirvieron para atajar el avance de las llamas. Las altas temperaturas alcanzadas durante el incendio dañaron también parte de estos cultivos, pero los bancales de viña sirvieron de freno del avance del fuego hacia la cumbre.