El incendio que se originó sobre las 18.20 horas de este viernes en la zona de La Catela, dentro del municipio de Garafía (La Palma), tiene un perímetro de entre 16 y 18 kilómetros, una superficie de 1.800 hectáreas y ha quemado entre 300 y 400 hectáreas. Durante el día de hoy se trabajaba en dos puntos específicos.

Así lo ha indicado el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, durante una comparecencia para informar de la evolución del fuego y de la situación actual que contó con la participación del consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Julio Pérez, el presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata, el director técnico de Extinción del Gobierno de Canarias, Jorge Parra; y el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana.

El presidente del ejecutivo señalaba que "ha sido una tarde de intenso trabajo, aunque queda acometer labores específica en dos puntos. Añadir que las condiciones atmosféricas han sido difíciles, pues se oscilaba el termómetro entre los 35 y 39 grados. Afortunadamente, el viento no apareció, solo ligera brisa que permitió el trabajo de aeronaves y equipos terrestres".

Torres aclaró que se ha trabajado en dos punto, uno la zona limitaba con la LP- 1, Lomo de las Palomas, por temor a que el fuego se metiera en La Calera o avanzara hacia Puntagorda, pero "queda sin efecto ese aviso, se ha controlado su expansión , aún hay puntos calientes pero no fuego activo". El otro es Llano Negro, por la posiblidad que entre en el barrio Santo domingo. Al respecto, señaló el presidente canario que hay "tres puntos activos de fuego pero se sigue trabajando, gracias a la labor de Grillo y Pablo Ulises con una labor intensa en este lugar,, ya que esta zona es la que más preocupa".

Sobre los vecinos desalojados, de 11 distritos de Garafia, indica Torres "no volverán aun a sus casas". Recuerda el presidente Torres que hay varias viviendas quemadas, pero no animales, ni hay, afortunadamente personas desparecidas.

Concluye Ángel Víctor, que durante la noche un centenar de efectivos terrestres seguirán manteniendo labores de refresco en las zonas ya controladas. Y las aeronaves volverán a emprender sus tareas mañana, que se espera un día más duro porque hará acto de presencia el viento, con rachas que se estiman soplarán entorno a los 40km/h.