La gerente de la Sociedad de Promoción Económica de la isla de La Palma (Sodepal), Patricia Castillo, aclara que los despidos de dos trabajadores de la entidad responden "exclusivamente" al bajo rendimiento laboral, rechazando que "ahora se intente disfrazar lo ocurrido en un acoso laboral inexistente".

Desde Sodepal salen al paso de esta manera a la acusación realizada por dos extrabajadores de la entidad, despedidos el pasado 31 de julio tras trece y cinco años respectivamente en la plantilla de la empresa pública y que acusaron a la consejera delegada, Raquel Díaz, de acoso laboral.

Patricia Castillo destaca que "la única realidad es que los despidos se producen después de comprobar, analizar y estudiar minuciosamente el grado de compromiso y rendimiento de todos y cada uno de los trabajadores de Sodepal". El objetivo de esos estudios era certificar la productividad que reportaba a la empresa pública cada trabajador, aludiendo al déficit presupuestario con el que este órgano dependiente del Cabildo de La Palma comenzó el actual ejercicio.

La nueva gerente, que defiende que llegó a ese puesto tras un proceso selectivo externo y público, "sin que tuviera vinculación alguna con ningún partido político", afirma que en los últimos meses las dos personas despedidas "no mostraron en ningún momento una actitud proactiva y positiva de trabajo".

En esa labor, la gerente defiende que en virtud de su puesto solicitó las labores de estos trabajadores "para ver si esa nula actitud laboral se podía corregir aplicando medidas de motivación laboral y con resultados de productividad por empleado que lo sustentara". Sin embargo, añade, "nunca encontré en ambos trabajadores vocación de servicio, predisposición o proactividad, siendo ahora inadmisible que la ética, la profesionalidad y la imagen tanto de la consejera delegada como de la mía propia, como gerente de Sodepal, se vea manchada por dos exempleados que tratan de disfrazar como acoso laboral un bajo rendimiento laboral manifiesto".

Patricia Castillo defiende que "en ningún momento hubo la más mínima muestra de desprecio hacia los dos trabajadores despedidos", indicando que al contrario, "lo que sí he hecho es preguntar a todos los empleados por las tareas que realizan en su horario laboral, dotando a los técnicos de las capacidades y procedimientos que tenían que realizar, así como de la formación necesaria para llevar a cabo un control económico-financiero acertado y elaborar correctamente los procedimientos de contratación". Insiste Castillo en que la Gerencia de Sodepal "no tiene encomiendas políticas ni en su forma de trabajar ni en la toma de decisiones sobre personal", calificando de "intolerable" que se la acuse de recibir órdenes dictadas desde la dirección política de la empresa pública en ese aspecto.