La red sísmica del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) y los equipos de vigilancia del Instituto Geográfico Nacional (IGN) registraron en La Palma desde el 24 de julio unos 140 pequeños terremotos, con epicentro en el subsuelo del volcán activo de Cumbre Vieja y ninguno de ellos sentido por la población. La mayor magnitud registrada por el Instituto Geográfico Nacional fue de 2,5 grados en la escala Richter, localizándose los sismos a profundidades entre 20 y 30 kilómetros y computándose más de una decena de movimientos diarios de la corteza terrestre.

Involcan indica que este enjambre, así como los del octubre de 2017 y de febrero de 2018, están relacionado con el movimiento de magma en el manto superior. El primero de esta serie de enjambres, el de 2017, registró más de 200 terremotos de baja intensidad a lo largo de varios días. El segundo enjambre, el de febrero de 2018, fue el de mayor nivel e importancia que se registra en la zona. Llegaron a detectarse 928 movimientos sísmicos, la mayor parte de muy baja magnitud. Los científicos de Involcan insisten en que este enjambre volcánico no supone, a corto plazo, un incremento en la probabilidad de que ocurra una erupción volcánica en Cumbre Vieja, donde se registraron los dos últimos volcanes terrestres en el archipiélago: Teneguía (1971) y San Juan (1949).