El episodio de pequeños movimientos sísmicos denominado 'enjambre' que afecta a La Palma desde hace una semana continúa dejando registro de más terremotos que no son perceptibles por la población. Durante la última jornada los instrumentos de la Red de Vigilancia del Instituto Geográfico Nacional contabilizaron otra quincena de pequeños sismos bajo la corteza terrestre de la isla de La Palma que hacen que este episodio supere ya los 120 terremotos en siete días.

Estos temblores, que recoge posteriormente el Instituto Geográfico Nacional en sus estadísticas, tuvieron lugar entre las 16:19 horas del jueves y las 4:01 horas del viernes, con unas intensidades que variaron entre los 1,5 y los 2,0 grados de la escala Richter y se produjeron a una profundidad de entre 22 y 32 kilómetros bajo la superficie.

Este enjambre sísmico tiene como precedente dos episodios parecidos en los años 2017 y 2018 bajo el edificio volcánico de Cumbre Vieja. En concreto, la Red Geoquímica Canaria en La Palma, que opera el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN), ya registró anomalías geoquímicas previas al reciente enjambre sísmico que comenzó en el volcán Cumbre Vieja el pasado viernes 24 de julio de 2020.

La primera de estas anomalías geoquímicas se detecta con más de un mes de antelación y consiste en el registro de una tendencia ascendente del flujo difuso de dióxido de carbono (CO2), durante el periodo del 15 de mayo al 17 de junio de 2020, cuando este parámetro geoquímico alcanzó los 165 gramos de dióxido de carbono diarios por metro cuadrado.

La segunda anomalía se registra en la misma estación en la cual se observa otra tendencia ascendente del flujo difuso de dióxido de carbono (CO2) más acentuada en el tiempo llegándose a registrar 138 gramos de dióxido de carbono diarios por metro cuadrado el 18 de julio de 2020; una semana antes del inicio del enjambre sísmico.

La estación geoquímica LPA04 fue la que detectó estas dos anomalías. Se encuentra operativa para la vigilancia volcánica de Cumbre Vieja desde el año 2005. El análisis estadístico del registro de 15 años de datos (2005-2020) obtenidos por esta estación refleja que el valor promedio de fondo del flujo es de 52 gramos de dióxido de carbono diarios por metro cuadrado.

Los picos de flujo registrados el 17 de junio y el 18 de julio de 2020 son 3,2 y 2,6 veces superiores el valor promedio de fondo, respectivamente, y llegan a superar los 134 gramos de dióxido de carbono diarios por metro cuadrado que representan el valor promedio más dos sigma (X+ 2?). Todos los valores de flujo son promedios de 168 medidas realizadas durante el periodo de una semana.

Para Involcán, estos resultados afianzan la importancia de la monitorización geoquímica de las emanaciones difusas para la vigilancia volcánica en Cumbre Vieja.