La Palma registro seis pequeños movimientos sísmicos durante las últimas jornadas que expertos califican como minienjambre. Con intensidades que oscilan entre los 2,4 y los 1,7 grados en la escala de Richter, no fueron percibidos por la población.

En el marco temporal comprendido entre las 15:59 del viernes y las 01:14 del sábado, en poco más de ocho horas, fueron percibidos por la red de vigilancia volcánica del Instituto Geográfico Nacional bajo la superficie de los municipios de El Paso, Villa de Mazo y bajo el mar en la zona este de la Isla.

El primero de los movimientos sísmicos se registró en el mar, siendo el de mayor magnitud con 2,4 grados. A ese terremoto le sucedió otro bajo el municipio de El Paso, aproximadamente a 31 kilómetros de profundidad y una intensidad de 1,9 grados, y un tercero, localizado muy próximo al anterior, tan sólo 18 minutos después, con una intensidad de 2,1 grados ubicados a 23 kilómetros de profundidad.

El cuarto de los terremotos se localizó bajo el municipio de Villa de Mazo, a una profundidad de 29 kilómetros y con una intensidad de 2,0 grados. Fue detectado a las 19:24 horas del viernes, también 18 minutos después del anterior.

Transcurrieron 54 minutos hasta detectarse el quinto movimiento de la corteza terrestre, en este caso otra vez bajo el mar frente a la costa de Santa Cruz de La Palma, con una intensidad de 1,9 grados. El último de los sismos recogidos en este minienjambre fue percibido por los sensores en la madrugada del sábado, a una profundidad de 29 kilómetros bajo Villa de Mazo y con la menor de las intensidades, con 1,7 grados en la escala Richter.

Con anterioridad a estos episodios, La Palma tan sólo había registrado otros dos movimientos de la tierra en los últimos 15 días. El primero de ellos se localizó el pasado 14 de julio bajo el municipio de Fuencaliente, a una profundidad de tan sólo 4 kilómetros y con una intensidad de 2.0 grados. El otro, producido el 12 de julio, se detectó bajo el municipio de Tijarafe con una intensidad de 1,2.

Estos datos recuerdan a los dos enjambres de pequeños terremotos registrados a principios de 2018 y que provocaron un centenar de pequeños movimientos sísmicos en un corto espacio de tiempo que apenas fueron percibidos por la ciudadanía.

Lejos de la frecuencia e intensidad de aquellos enjambres, todos estos movimientos de la corteza terrestre están relacionados con el edificio volcánico que conformó la Isla y al que pertenece también el volcán submarino Tagoro de El Hierro, que afloró en octubre de 2011.