El informe elaborado por el ingeniero Carlos Soler tras su visita al túnel de trasvase de La Palma sigue aportando datos de la infraestructura, como que los técnicos del Consejo Insular de Aguas desconocían la existencia de un denominado por quien fuera director de la obra "segundo piso" en la galería de Hermosilla. Soler visitó la pasada semana el túnel de trasvase, acompañado de los técnicos del Consejo Insular de Aguas Elzbieta Skupien, Javier Martínez y Francisco Martín, dos de ellos participantes en las jornadas informativas de distintas propuestas de intervención en el túnel de trasvase, quienes se mostraron contrarios a las propuestas de seguir perforando.

El documento registrado el pasado lunes en el Cabildo de La Palma recoge "el desconocimiento que tienen los ingenieros encargados de la obra, tanto de su seguridad como de su explotación, de las características técnicas de la obra". Lamenta Soler que ese desconocimiento "afecta a la geología, a la geotecnia y a las estructuras", y pone como ejemplo "preocupante" el hecho de que "ninguno de los ingenieros supiera cómo se construyeron los dos cierres".

Afecciones a viviendas

Ese desconocimiento del túnel de trasvase, según Carlos Soler, se aprecia por la ignorancia de los técnicos del Consejo Insular de Aguas de la existencia de un misterioso segundo piso de la galería de Hermosilla, construido cuando nada más comenzar las obras se produjo una sobrexcavación que generó la ruina completa de una casa y el agrietamiento de otras 12 situadas en su vertical.

El arreglo de todas estas viviendas fue sufragado por el contratista adjudicatario al ser provocado por un error de su jefe de obra y, una vez estabilizada la sección, que consistió en la colocación de cerchas y chapas de enfilaje para dar la sección de la galería y colocando otra galería accesible en su techo para sujetar la colada de basalto del techo, "toda esta infraestructura debía mantenerse y el día de la inspección quedó en evidencia que ni tan siquiera se había visitado", apostilla Soler, quien también advierte de caídas de escorias en la parte alta y falta de mantenimiento en las estructuras metálicas de los arcos de apoyo para estabilizar el techo.