El Consejo Insular de Aguas de La Palma contratará el mantenimiento y reparación de los canales La Palma I entre Barlovento y Fuencaliente, La Palma II entre Barlovento y Los Llanos de Aridane y La Palma-III entre Santa Cruz de La Palma y Fuencaliente. La intención es evitar las cuantiosas pérdidas que registran actualmente de recursos hídricos en estas importantes canalizaciones que distribuyen agua en los municipios de la Isla.

El responsable del área, Carlos Cabrera, defendió que "en tiempos de sequía como los que sufrimos no nos podemos permitir que las principales canalizaciones de la isla estén en mal estado y tengan pérdidas", por lo que desde la Institución insular se trabaja para poner en marcha, cuanto antes, "unas obras necesarias y demandadas especialmente en la situación actual", explicó. Igualmente apostilló que los trabajos de mantenimiento y reparación en estas canalizaciones deben tener una continuidad, "ya que las limpiezas puntuales no son suficientes debido a la alta presión que ejerce la vegetación y las roturas que provocan los desprendimientos".

Para la licitación de estas obras se realizarán tres lotes que contarán con un presupuesto de licitación de 777.059 euros y un periodo de ejecución que se prevé en dos años. El canal LP-I Barlovento-Fuencaliente discurre a lo largo de la zona este de la isla conformando una "columna vertebral" de casi 80 kilómetros de longitud. El canal LP-II está conformado en inicio en Barlovento y llega hasta Los Llanos de Aridane y, por último, el canal LP-III va desde Santa Cruz de La Palma hasta Fuencaliente con una longitud de 38 kilómetros.

Las actuaciones de reparación en estos tres canales se ejecutarán junto con la contratación a Tragsa de la redacción del proyecto del arreglo y mejora del canal LP-I, en el que se diseñarían todas las intervenciones necesarias para controlar el flujo y minimizar las pérdidas de agua en este canal ejecutado en los años 80 y en el que hace más de 25 años que no se actúa con este objetivo. También se prevé una intervención de emergencia en una parte del canal LP-I en la que se observa un deterioro considerable del mismo con el fin de eliminar las pérdidas de ese tramo. Las pérdidas en este canal están estimadas en un 20% de su caudal, lo que supondría 2.200.000 de pipas al año, una incidencia que tiene mayor importancia en una época de sequía como la actual.