La compañía Iberia, a través de su filial Iberia Express, ya oferta en sus aplicaciones y página web la venta de billetes para la conexión aérea que unirá la isla de La Palma con Madrid a partir del próximo 1 de julio. Este será el primero de los vuelos nacionales que recuperaría la Isla. Según se recoge en la web de la compañía, se trataría de una vuelta a la normalidad anterior a la pandemia sanitaria y que se suspendiera esta conexión de La Palma con la capital de España. Se tratará de una frecuencia diaria que mantendría los horarios anteriores, llegando a La Palma sobre las 14:00 horas, desde donde volvería a partir para aterrizar en Madrid sobre las 18:45 hora peninsular.

En declaraciones al digital Eltime.es, el consejero de Turismo del Cabildo insular, Raúl Camacho, destacó que se trata de "un escenario posible", que estará pendiente de encajarse correctamente según responda la desescalada que acometen las islas en la actualidad. En principio, aclaró el consejero, "Iberia Express iniciará los primeros enlaces con Tenerife y Gran Canaria en junio, pero luego incorporar La Palma en julio". En cualquier caso, "lo que hemos valorado es que, tras las acciones en estas islas, nos sentaremos a definirlos", añadió.

También en la Isla Bonita, el tejido comercial de la capital, Santa Cruz de La Palma, depende fuertemente de su supervivencia del cliente turístico que llega a su puerto a través de los cruceros y del gran número de empleados públicos que realizan su labor en las administraciones locales y regionales con sede en la capital insular. Ante esta actual situación, en la que los primeros dejaron de llegar a la Isla y los segundos se mantienen en sus domicilios realizando sus tareas a través del teletrabajo, el comercio de la capital palmera se enfrenta a una situación más difícil que en otros lugares del territorio insular. La crisis económica no sólo afecta a aquellos establecimientos que por sus singularidades o por propia decisión de sus propietarios permanecen cerrados, también lo hace a los que decidieron abrir sus puertas a un público que aún no transita por las calles o que ya no se acerca a ellos como antes lo hacían.

La recuperación turística se torna en fundamental para conseguir salir a flote para el tejido productivo, lo que se ve agravado en la capital por las decenas de miles de cruceristas que no pudieron llegar en estos dos meses al puerto de la capital y que tampoco lo harán en los próximos tiempos, y que según cálculos de las patronales suponen el 50% de las ganancias del tejido comercial de la capital palmera.

Son más de 52.000 cruceristas y en torno a otros 15.000 tripulantes los que no desembarcaron durante estos meses en el puerto palmero, restando de la economía de la Isla varios millones de euros. Ya durante el mes de marzo dejaron de llegar a La Palma once barcos que trasladaban a 16.700 turistas, mientras que en abril fueron otros catorce buques y más de 25.000 turistas. Durante el mes de mayo se tenía prevista la llegada de otros cuatro cruceros con 7.600 pasajeros y otro más para el mes de junio con 3.000 personas a bordo.

La dependencia del funcionariado es otro de los factores que está afectando al tejido comercial. Estos trabajadores públicos no han vuelto a sus oficinas y mantienen el teletrabajo, lo que está siendo advertido por muchos que sufren la falta de más de un millar de personas que diariamente desayunan, se toman sus cafés, realizan sus compras en establecimientos y van a los supermercados.