El obispo de la Diócesis suspende la Bajada de La Palma en los meses previstos de este año y plantea una celebración, con todos los componentes, en una fecha extraordinaria, con margen de tiempo suficiente para realizar los preparativos y cuando se garanticen todas las medidas de seguridad.

En caso que las autoridades permitieran en lo que queda este año, el obispo no descarta un acto religioso.

Durante el mes de mayo se celebrará de modo telemático desde el Santuario un Quinario por los enfermos, fallecidos y las personas que se dedican a cuidar de la sociedad.

El obispo recordó que esta es la Bajada de la Virgen de Las Nieves número 69, que comenzó 1680 cada cinco años, para recordar la incidencia de la pandemia a nivel internacional. "Vivimos en un estado de alarma para la mayoría de la población, por lo que vivimos confinados en nuestros domicilios y los preparativos han sido paralizados hace varias semanas".

Bernardo Álvarez comenzó su intervención ella "parroquia virtual" con un recuerdo tanto a los enfermos como a las personas que cuida en "estos momentos difíciles en los que tienen que desarrollar su labor", para que no se contagie la población y aquellos que desde sus tareas y responsabilidad están luchando por ayudar a pasar la pandemia.

Palabras de agradecimiento a los voluntarios y ONGs que colaboran con los más necesitados a aquellas empresas que aportan bienes para superar estos momentos.

Tras unos saludos a sus "compatriotas palmeros", hizo público un comunicado y tras consultas con el alcalde de Santa Cruz y con el presidente del Cabildo de la Isla Bonita, y el rector del Santuario y los párrocos se adoptó la decisión.

El obispo concluyó confiado que el pueblo pueda volver a cantar "la fe del corazón".