Un juez ha enviado a la cárcel a un vecino del municipio palmero de Los Llanos de Aridane por burlar cinco veces la cuarentena a la que obliga el vigente estado de alarma decretado por la pandemia de Covid-19, unos desplazamientos que aprovechó para quemar un coche y tratar de hacer lo mismo con otro.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Los Llanos de Aridane imputa a este hombre cargos por desobediencia grave a las órdenes de la autoridad y delito continuado de daños agravados por incendio, según ha informado este lunes en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

En su auto de prisión, el juez instructor afirma que la Guardia Civil acreditó en la investigación que existen cuatro actas de denuncia extendidas al detenido en las que se confirma su reiterado incumplimiento de las medidas de confinamiento.

Y es que el detenido fue sorprendido en la calle sin causa justificada los días 19 de marzo, a las 16:20; 23, a las 22:40; 26, a las 20:35, y el 28 a las 23:00.

"Tal conducta", razona la autoridad judicial, "constituye un grave y reiterado incumplimiento de la restricción deambulatoria, mostrando un notorio desprecio a la severa, compleja y delicada situación en la que se encuentra nuestro país", asevera el juez en su auto.

A criterio del instructor, el "comportamiento delictivo, arbitrario e incívico del detenido evidencia el desprecio por la crítica situación que viene sufriendo nuestra sociedad, sin ningún tipo de consideración por la encomiable labor de nuestros profesionales sanitarios, los ciudadanos enfermos y los desgraciadamente ya fallecidos, la salud de las personas vulnerables en situación de riesgo, y quienes velan por la seguridad y la conservación del orden público, los Agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".

El juez considera que existen "serios indicios" de que el investigado cometió el 23 de marzo un delito continuado de daños mediante incendio, sancionado en el artículo 266.1 del Código Penal con penas de prisión de 1 a 3 años.

La investigación constató que el acusado sufrió un profundo corte en el dedo pulgar de su mano izquierda al golpear un cristal en casa de un amigo, lo que le causó la pérdida de parte de la masa de dicho dedo y un sangrado abundante, "que generó un rastro de sangre hasta el servicio de urgencias del Centro de Salud de Los Llanos de Aridane, donde fue atendido".

A juicio del juez, existen indicios de que el investigado "trató de incendiar" un Ford Fiesta "utilizando parte de un empapador de los usados en urgencias del centro de salud, que cogería al ser asistido de las heridas de la mano y que apareció quemado junto a una de las ruedas del vehículo estacionado".

A unos 50 metros de dicho vehículo fue quemado un contenedor de basura y se observó "un rastro de sangre desde donde se encontraba estacionado el vehículo Ford Fiesta".

A uno 30 metros de dicho contenedor, "se produjo el incendio" de un Peugeot 206, "apreciándose un rastro de sangre sobre la acera que continúa por el asfalto rodeando a dicho vehículo. Ese rastro continuó hasta la entrada de la vivienda donde vive la pareja del investigado con el mismo", relata el juez.

Además, consta en autos que el investigado compareció nuevamente en el centro médico a las 23:49 horas, para ser asistido porque su herida sangraba.

Los enfermeros de guardia declararon que "llegó con las manos oscurecidas de hollín y con un fuerte olor a humo".

Este auto de prisión es susceptible de recurso de reforma ante el Juzgado y de apelación ante la Audiencia, precisa el TSJC en su comunicado.