Representantes de los colectivos de la población nativa de Hawái, que continúan su lucha para conseguir que el Telescopio de Treinta Metros (TMT) no se construya en su montaña sagrada Maunakea, solicitaron al cónsul de Japón en Honolulú que su país desvíe los fondos previstos para el gran proyecto tecnológico a la isla de La Palma, la opción alternativa por si el TMT no se puede construir en Hawái. El encuentro, que se produjo este pasado lunes, responde a las demandas de los nativos que creen que el proyecto profanará la tierra sagrada, por lo que desde hace meses han movilizado personas y recursos para bloquear el camino de acceso a la posible zona de construcción del TMT.

Los representantes aborígenes han querido aprovechar el anuncio realizado por las autoridades niponas de retirada de los fondos destinados al proyecto científico en esta anualidad. Estos, que mantienen estrechos lazos con la plataforma creada en La Palma a favor de que el TMT venga a Canarias, se apoyan en la posibilidad técnica palmera para de ese modo conseguir su objetivo de alejar de su tierra sagrada el proyecto y que la inversión de los japoneses y otros países socios del Consorcio establecido para el proyecto fijen sus ojos definitivamente en Canarias.

El cónsul, Koichi Ito, recibió un documento en el que se le hace un llamamiento para que el gobierno japonés reconozca a los kanaka maoli (nativos hawaianos) como personas con "una cultura viva, historia, idioma y prácticas espirituales, que tienen una montaña sagrada y venerada en Maunakea como los japoneses el monte Fuji". Uno de los líderes nativos, Kahokahi Kanuha, indicó a los medios locales que uno de los objetivos es que la sociedad japonesa conozca la situación de su pueblo y la inversión que el país tiene prevista en esta anualidad en Hawái con dinero público.

La inversión, suspendido

El Gobierno japonés ha decidido suspender la inversión en el proyecto del TMT en esta anualidad, a la que tenía destinado un presupuesto de 135 millones de yenes, aproximadamente 1,1 millones de euros. El gerente de proyecto del telescopio para Japón, Tomonori Usuda, justificó esta decisión ante la parálisis de su construcción y el proceso reivindicativo de los nativos hawaianos, así como las necesidades de justificación fiscal.

Las autoridades del país nipón también han defendido el compromiso con el programa científico y señalan que "esta desaceleración no afectará significativamente el cronograma general del proyecto". Japón es el país encargado de desarrollar los segmentos de espejo primario y diseño final de la estructura del telescopio. Japón y Canadá son los únicos dos países del consorcio del telescopio TMT que utilizan fondos públicos para financiar el proyecto, mientras que otros países participantes, como Estados Unidos, China e India lo hacen a través de entidades privadas y universidades.

Los grupos de nativos hawaianos opositores al Telescopio de Treinta Metros están siendo investigados por la Fiscalía General del Estado de la isla del Pacífico por un supuesto delito de financiación ilegal de sus actividades.

Investigación judicial

El proceso judicial está examinando los registros bancarios de The Hawaiian-Environmental Alliance, ONG ecologista que supuestamente está financiando protestas ilegales en Maunakea. Los investigados denuncian que se están coartando sus derechos, principalmente porque la investigación revelaría las identidades de los donantes y violaría su privacidad.