La Palma sigue sufriendo los efectos de la sequía que ha provocado un no menos intenso debate público sobre las soluciones a adoptar. Mientras el propio sector agrícola palmero, usuario del 85% del agua de la Isla, discute sobre la idoneidad o no de una intervención en el túnel de trasvase, el Consejo Insular de Aguas, contrario a realizar cambios sustanciales en los caudales de la infraestructura que atraviesa la Isla, ha comenzado a tomar medidas con la reactivación de pozos abandonados.

La primera de esas decisiones es la que se ha cruzado en la trayectoria, desde hace seis meses, del presidente del Cabildo. La concesión de subvenciones directas para la reactivación del Pozo de El Roque, en Santa Cruz de La Palma, ha generado una sombra de duda sobre la gestión de casi un millón de euros, destinados a la puesta en uso de esta instalación, propiedad de la Comunidad El Roque, entre cuyos accionistas se encuentra el padre del presidente de la Corporación insular palmera, Mariano Hernández Zapata.

El Pozo de El Roque es una infraestructura de las que se construyó en La Palma durante la búsqueda del agua, tan necesaria para el desarrollo socioeconómico y agrícola de la Isla. Ubicado a las afueras de Santa Cruz de La Palma, la construcción de la vía de circunvalación de la capital convirtió esta instalación en un elemento más del paisaje. Después de muchos años de abandono, en los que su maquinaria ha desaparecido o quedado en desuso, se plantea su remodelación para que la extracción de su agua permita paliar la situación de sequía de la Isla. Se trata de una galería de 116,1 metros de profundidad que, según las primeras estimaciones, podría aportar entre 770 y 1.200 pipas a la hora al sistema hidráulico palmero.

Al Pozo de El Roque han destinado 969.230 euros de presupuestos públicos en dos subvenciones directas -la primera de ellas aprobada con la presencia de Hernández Zapata en la votación- y suscrito un convenio por el que el Consejo Insular de Aguas dispondrá, durante cuatro años prorrogables hasta ocho, del 50% del agua que genere para incluirlo en el sistema hidráulico de la Isla.

Ante las voces que ya han puesto en duda la idoneidad e, incluso, la legalidad de esta ayuda directa, Mariano Hernández Zapata se defiende señalando que el Consejo Insular de Aguas tenía desde el año 2014 un mandato para reactivar los pozos de la Isla sin que se hiciera efectivo hasta ahora. En cuanto a la participación de su padre en la propiedad, en declaraciones públicas ha señalado que "ojalá el pozo fuera de mi padre", para seguir indicando que su progenitor "es miembro de una sociedad en la que tiene menos de un 5% de las acciones".

Voces en contra del convenio

El acuerdo entre el Consejo Insular de Aguas y la propiedad del pozo para la explotación de sus recursos tuvo la oposición de diez de los integrantes de la Junta General, entre ellos los miembros de Coalición Canaria, quienes expresaron que la instalación no se encuentra inscrita en el Registro de Aguas de Canarias, que sería de obligatoriedad para poder recibir dinero público.

Zapata aludió a que "esta infraestructura cuenta con todos los informes técnicos y jurídicos favorables y que indican que no es necesario estar inscrito en ese registro".

Otros pozos

En la búsqueda de más agua para solventar la pertinaz sequía de la Isla, el Consejo Insular de Aguas ha recibido otras propuestas de los propietarios de cuatro pozos para su reactivación, de forma tal que estas infraestructuras hidráulicas podrían propiciar y aportar un caudal de más de 1.000 pipas al sistema.

Actualmente están en estudio para, una vez evaluados los costes que supondría la puesta en funcionamiento de dichas infraestructuras y, en el caso de que los informes técnicos sean favorables, suscribir convenios similares al del Pozo de El Roque.

Más agua en el sistema

Los responsables públicos insulares mantuvieron un encuentro con la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, y con parte de su equipo. El objetivo era abordar acciones conjuntas que permitan poner más agua en el sistema y mejorar las infraestructuras hidráulicas de La Palma.

También se planteó el tratamiento de las aguas de la Estación Depuradora de Aguas Residenciales (EDAR) de Los Llanos de Aridane, para la que ya hay un proyecto finalizado.