Comienzan a conocerse las primeras valoraciones de los daños ocasionados por el pasado temporal de viento y calima en las explotaciones agrarias de la isla de La Palma. Aún sin que los técnicos de los seguros agrarios realicen su peritaje, las estimaciones realizadas por las organizaciones agrarias, cooperativas y técnicos del Cabildo de La Palma sitúan las pérdidas en torno al 50% de las cosechas, principalmente en plátanos y aguacates.

Los agricultores califican la situación de "catastrófica", ya que se prevé que la poca fruta que se pueda cosechar presentará maduraciones irregulares o pérdida de calidad por roces y roturas. Los daños se notarán a lo largo de todo este año agrícola, así como en las próximas campañas.

La zona más afectada ha sido la vertiente oeste y sur, sobre todo fincas de los municipios de Tijarafe, Los Llanos de Aridane y Tazacorte. A falta de una valoración más detallada, y como estimación inicial, los daños apuntan a entre un 40% y 45% de pérdida de cultivo, sobre todo en platanera al aire libre con una elevada deflecación, defoliación, roturas y caída de plantas. Asimismo, se han producido daños en infraestructuras como muros e invernaderos. En la costa de Tijarafe hay explotaciones que han sido calificadas como "siniestro total", con roturas completas de invernaderos y cultivos. En el cultivo de aguacate, que se encuentra en plena cosecha y floración, se ha perdido el 50% de la fruta sin recolectar. Los daños en floración también afectarán a la próxima cosecha.

En breve, el informe oficial

El vicepresidente insular y consejero del sector primario, José Adrián Hernández, confirmó que en poco tiempo se contará con las primeras valoraciones oficiales. Además, señaló que las producciones plataneras están cubiertas con los seguros agrarios, pero muchos de los productores de aguacates no cuentan con esas protecciones. Ante eso, añadió la necesidad de establecer una organización común para los productores de aguacate, que permita poder contar con un seguro colectivo similar al del plátano.

Ante las innumerables incidencias en el sector agrario, ASAGA Canarias ha solicitado la declaración de zona catastrófica en aquellos municipios más castigados y demanda a las administraciones competentes en la materia el establecimiento de un paquete de ayudas de carácter extraordinario para contribuir a paliar los daños.