Uno de los 30 seleccionados para participar en la Danza de los Enanos de las Fiestas Lustrales 2020 obtuvo un cero en la prueba de canto, una puntuación que según las bases de la convocatoria debería ser motivo de eliminación automática. Sin embargo, el jurado decidió medir a los aspirantes por un sistema que al menos en ese apartado vulnera el concurso ideado en virtud al acuerdo del Consejo Rector del Organismo Autónomo de la Bajada de la Virgen, órgano del que emanan todas las decisiones irrevocables. En concreto, en el apartado tercero de las bases se subraya textualmente que "se requerirán aptitudes artísticas imprescindibles para la interpretación dancística y cantora y condiciones anaeróbicas apropiadas". Dicho de otra manera, al menos hay que saber entonar mínimamente.

¿Es importante saber cantar? La respuesta es clara: sí. Y es que en la primera parte del espectáculo, antes de la transformación y la polca, los elegidos deben salir a escena y junto a un micrófono para cada uno de ellos entonar la letra seleccionada para cada lustro, con la música a cargo de la banda. Para 2020 la obra será Gremio de alquimistas, cuyos autores son Luis Ortega Abraham y Jesús Martín Fernández. Es lógico, por tanto, que en las bases se fije como un requisito indispensable. No hay que olvidar que es una danza coreada, en la que se compone una música para ser cantada y no precisamente solo por la Peña.

En esta edición, el jurado, sin embargo, decidió que el canto tan solo representara el 20% de la puntuación para ser Enano. Es decir, según este criterio y a pesar de lo que dicen las bases, se podía entrar en la danza sin esa cualidad. El 50% de la nota estuvo fundamentado en el baile y el 30% restante, en las condiciones físicas después de hacer un determinado test que curiosamente sí se quiso hacer eliminatorio hasta que un informe técnico lo impidió. Ese particular método de selección salvó a los que peor cantaron, incluso al aspirante con un cero, al haber sido capaces de entrar, siempre según el criterio del jurado, tras ofrecer un excelente rendimiento en el examen físico y en la danza.

Incumplimiento de las bases

Sin embargo, cuatro de los aspirantes que no fueron seleccionados entienden que la valoración realizada incumple las bases, presentando la pertinente reclamación en el Ayuntamiento. Es más, aseguran que otro de los seleccionados para el mágico acto ni tan siquiera fue capaz de finalizar la prueba de danza y, aún así, fue puntuado con una nota muy alta en esta prueba.

En el fondo, lo que quieren dejar al descubierto, más allá incluso de lo que ocurra con su protesta, es que los miembros del jurado de la Danza de Enanos, también señalan al concejal responsable del acto, tienen en cuenta amistades o relaciones familiares para meter o dejar fuera a algunos, no todos, de los candidatos.

¿Servirá de algo reclamar? El gobierno municipal (PP-CC) no ha tenido más remedio que investigar si las denuncias presentadas tienen o no consistencia. La posibilidad de embarrar el número de la Bajada eriza a los 17 ediles que forman la corporación, pero a la vez son conscientes, al menos los populares y nacionalistas, de la gravedad de optar por el silencio administrativo si los recurrentes cumplen con su advertencia de acudir a la vía judicial en caso de no encontrar respuesta a sus quejas. Cómo explicar ante el juez que ni tan siquiera se hizo caso a una manifiesta irregularidad.

Después de revisar el acta del jurado, con las puntuaciones de cada aspirante, en esta investigación se citará a personas que estuvieron presentes en la selección para que den su opinión sobre lo ocurrido. EL DÍA ha podido conocer versiones que coinciden con las expuestas por los reclamantes. Otra cosa es que al final se entienda que, por ejemplo, se puede ser Enano sin saber cantar.