El Grupo de Gobierno en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha decidido abrir una investigación interna sobre el desarrollo del proceso de selección de los componentes de la Danza de Enanos de la Bajada de la Virgen de Las Nieves 2020, ante las dudas que se han planteado sobre las puntuaciones obtenidas por algunos de los candidatos.

El gobierno municipal ha aclarado que "ante la acumulación de reclamaciones" presentadas en el Registro de Entrada del Ayuntamiento por aspirantes a este acto lustral, "hemos entendido que lo más conveniente y razonable es estudiar detenidamente cómo transcurrieron las pruebas de selección y comprobar fehacientemente si en las mismas pudieron existir errores o algún tipo de incidencia".

En este sentido, PP y CC defienden que "la transparencia debe ser uno de los objetivos irrenunciables en la acción de toda administración municipal", lo que "en el caso de las Fiestas Lustrales se debe incluso aún más reforzar". Y es que "no queremos que haya ninguna duda sobre la elección de los participantes en nuestros actos más representativos".

El escueto comunicado de los rectores locales se adelanta a la intención de al menos cuatro de los reclamantes de iniciar un litigio judicial en caso de no obtener respuesta a lo que entienden incumplimientos manifiestos de las bases de selección. Además, lo que incluso tendría mayor calado, la elección de algún candidato con menor puntuación a otro que sin embarho no fue incluido entre los 30 mejores, tras las pruebas celebradas al efecto.

Desde el Ayuntamiento, más concretamente desde el gobierno local, se pretende disponer de toda la información, con la mayor claridad posible, antes de que las denuncias se presenten en el juzgado. Las personas que han reclamado piden al Consejo Rector de la Bajada de la Virgen que muestre públicamente el acta con la puntuación de los seleccionados.

Entre las alegaciones presentadas se incluyen supuestas irregularidades en las pruebas físicas del test de Course Navette, obligatorio para todos los concursantes. En esta fase, el jurado tenía que puntuar sobre el esfuerzo realizado en un período máximo de 10 minutos, pero afirman que sin ningún motivo ni justificación reglada se extendió durante dos minutos más.

Más grave, en el supuesto caso de confirmarse, es que a uno de los elegidos se le puntuó con un 10 en la prueba de canto cuando ni tan siquiera llegó a realizarla, siempre según los firmantes de la impugnación, en la que se advierte también de que algunos de los aspirantes se les permitió realizar las pruebas físicas el domingo cuando todos estaban convocados para el viernes. Tampoco llegan a entender que alguien pueda ser seleccionado tras obtener buena puntuación en la demostración de danza, cuando supuestamente sufrió un mareo y ni tan siquiera pudo finalizarla.

Las dudas, con o sin razón, sobre el procedimiento de selección comenzaron desde el mismo día en el que el concejal responsable del acto, Elías Castro, informó de los nombres de los 30 enanos. Tuvo el error de nombrar como elegido a uno de los aspirantes que posteriormente fue excluido para meter a otro que en esa primera lista se había quedado fuera, veredicto que estaba siendo ofrecido en directo a través de internet y con parte de los afectados en el lugar de la deliberación.