El aeropuerto de La Palma cerró 2019 en cifras récord de pasajeros, después de seis años consecutivos en los que no ha parado de crecer.

La aspiración del aeródromo palmero estuvo durante demasiado tiempo marcada en superar el millón de pasajeros. El objetivo 'histórico' era ese. Entre los años 2004 y 2009 lo logró, incluso fue noticia cuando en 2007 superó los 1,2 millones. Luego y tras dos años en el límite de su meta, sufrió una pérdida notable de usuarios.

Apenas 809.521 pasajeros utilizaron el aeropuerto de La Palma en 2013. El sector turístico ya aportaba en aquel momento un porcentaje notable al PIB de la Isla, por lo que este descenso tuvo una incidencia importante en el desarrollo insular. Los complejos hoteleros llegaron incluso a tener serias dificultades para mantener a sus trabajadores.

En 2014 hubo una leve mejoría y las estadísticas situaron el movimiento de usuarios en los 862.836. Fue el primer incremento consecutivo registrado en los últimos seis años. El siguiente escalón fue mayúsculo. Más de 100.000 pasajeros de diferencia en un año. Y es que 2015 se cerró con 971.676. La crisis económica se miraba desde la lejanía sobre todo en otros países europeos (Alemania) y el objetivo para el 2016 era otra vez superar el millón de usuarios. Se logró con creces. Las cifra ya estuvo por encima de los 1,1 millones.

No era una cuestión tan solo de turistas. Es verdad que el acuerdo para la llegada de aviones de Escandinavia fue un alivio para el sector turístico, al menos durante el período aprobado para fomentar las nuevas rutas, pero el factor determinante fue el incremento al 75% del descuento de residente para viajar entre islas. La subida por ello en 2017, con un año entero de aplicación de la nueva tarifa, fue espectacular, hasta alcanzar los más de 1,3 viajeros.

El aeropuerto perdió servicios cuando su número de pasajeros descendió bruscamente, desde asistencia sanitaria hasta, por ejemplo, las denominadas 'chaquetas verdes' de atención al turismo, lo mismo que ocurrió en otros aeropuertos y que nunca se ha recuperado.

De 2017 a 2018 la subida volvió a ser superior a los 100.000 pasajeros, para llegar a los 1.420.277, en lo que en este caso influyó que el 75% de descuento de residente también comenzó a aplicarse a los vuelos con la península. Tuvo menor impacto que cuando se comenzó a poner en marcha para viajar por el Archipiélago, pero también se ha notado.

2019 acabó con 1.483.720 pasajeros o, lo que es lo mismo, un 4,5% más que el anterior ejercicio. No es un dato baladí, sobre todo si se tiene en cuenta que en el cómputo de Canarias se registró una caída del 0,6%. En este caso, hay que tener en cuenta la afección que en otros destinos de Canarias tuvo que la quiebra de Thomas Cook, que en La Palma prácticamente no tuvo incidencias.

Con los datos en la mano y con las previsiones turística, el objeto en 2020 será superior los 1,5 millones de pasajeros, lo que hasta hace un lustro era impensable. Hay un dato que juega a favor y es la celebración de la Bajada.