Aralda Rodríguez quiere recuperar los restos de su padre y enterrarlos junto a su madre en el cementerio de Puntallana. Secundino fue uno de los fusilados. En realidad, una parte de sus huesos ya se encontraron en el Pino del Consuelo, donde en 1994 se localizó a un grupo de represaliados, cinco en concreto, en una fosa común. Aquella primera excavación se realizó sin ningún tipo de garantías, se llegaron incluso a utilizar azadas, tampoco había medios en aquella época para garantizar la identidad de los restos. El cuerpo de Secundino Rodríguez fue enterrado bajo otro nombre. Se sabe porque una década más tarde Aralda logró que se llevara a cabo una segunda búsqueda más exhaustiva en el mismo lugar. En esta ocasión, se hallaron falanges entre los sedimentos, a los que se hicieron pruebas de ADN que confirmaron que se trataban del padre de la presidenta de la Asociación de la Memoria Histórica en La Palma. El resto del cuerpo ya había sido retirado. Aralda Rodríguez, de 83 años, inició entonces un proceso judicial para la exhumación de esos cinco cuerpos represaliados durante la Guerra Civil entre los que se encuentra su padre. Años más tarde, el juez no ha dado aún la autorización para llevarlo a efecto, ya que debe contar con la autorización del resto de familias. Y no la tiene. La consejera de Patrimonio Arqueológico, Jovita Monterrey, ha asegurado que "desde el Cabildo vamos a ayudar a Aralda en todo lo posible para que se pueda identificar el cuerpo de su padre. Si cualquier persona tiene el derecho de enterrar con dignidad a un ser querido, mucho más una persona que lleva tantos años trabajando sin descanso para lograrlo". Destacó que "el desarrollo de la Ley de la Memoria Histórica de Canarias debe permitir en un futuro cercano que el juez autorice la exhumación de los restos encontrados en aquella excavación".