La Reserva de la Biosfera La Palma ha elaborado un concienzudo estudio para la puesta en marcha de un producto turístico que tiene por objeto ofrecer a los más de 250.000 cruceristas que cada año llegan al puerto de la Isla la posibilidad de contratar excursiones para conocer los atractivos de zonas rurales perfectamente seleccionadas.

La mayoría de los visitantes que llegan al puerto palmero en barcos de lujo optan por disfrutar del casco histórico de Santa Cruz de La Palma, cuyos negocios sobreviven en gran medida gracias a los ingresos que obtienen de este tipo de turismo. Un porcentaje menor de cruceristas realizan excursiones por los lugares más conocidos de la Isla, especialmente el mirador de la Cumbrecita en la Caldera de Taburiente o el Observatorio del Roque de los Muchachos.

La Reserva ha ido más lejos. Ha llevado a cabo reuniones, entrevistas e incluso encuestas con todos los agentes implicados en este subsector, hasta finalizar un documento donde estructura una serie de productos turísticos diversos y atractivos, teniendo en cuenta también el tiempo de escala de los cruceros, la edad media de los viajeros y su poder adquisitivo, entre otros factores. El informe pone sobre la mesa tres rutas principales que se entiende que serán llamativas para el visitante, además de otras diez para desarrollar a corto o medio plazo.

La primera de las excursiones diseñadas se denomina 'Descubre el volcán y sus entrañas', que tiene una duración de nueve horas y media. Incluye el Centro de Interpretación del Volcán de San Antonio, la Bodega Teneguía, la Plaza de la Glorieta, la Casa Museo del Vino de Las Manchas y la visita después del almuerzo al Centro de Interpretación de las Cavidades Volcánicas Caños de Fuego. Otra de las rutas diseñadas se titula 'De la costa al charco' e incluye zonas de Puntallana y San Andrés y Sauces. Con una duración de 6 horas y 10 minutos, los turistas visitarán la Casa Luján, la ecofinca Nogales, el camino costero San Andrés-Charco Azul y Destilería Ron Aldea antes de almorzar y regresar al crucero.

El tercero de los recorridos lleva por nombre 'La Palma, Artesanía Slow', de seis horas y 16 minutos por Villa de Mazo y Breña Alta, incluyendo la Cerámica El Molino, la Casa Roja, el Museo del Puro y el Museo de las Cruces.

Este proyecto será ahora remitido al sector turístico para su estudio y, en su caso, formulación de propuestas, lo que está previsto que se lleve a cabo antes de mediados de diciembre.

Y es que se unen otras opciones en las que la Reserva de la Biosfera no profundizó, pero que deja abiertas consciente de sus atractivos y de la necesidad de trasladar cruceristas también a otras zonas con necesidades de desarrollo económico. En este caso, se incluye desde recogidas de setas en Villa de Mazo hasta la visita a haciendas señoriales, recorrido por el patrimonio histórico y artístico, actividades de senderismo o una ruta por museos, entre otras alternativas.

El consejero insular de Turismo, Raúl Camacho, ha destacado que este producto "da un paso más en la diferenciación del destino", defendiendo "la necesidad de desarrollar zonas rurales a través de los cruceristas, ofreciendo visitas que no son tradicionales y que permiten dan a conocer todo nuestro territorio". "Hay que seguir avanzando en las rutas propuestas para no quedarnos solo con las tres que están definidas", sentenció.

Por su parte, el gerente de la Reserva, Antonio San Blas, ha destacado las reuniones prospectivas con diversas entidades locales y del sector empresarial turístico para crear esta iniciativa "con recursos y actividades turísticas susceptibles de convertirse en producto turístico singular y experiencial vendible a la touroperación vinculada al turismo de cruceros".