La Palma celebra hoy el XVII aniversario como Reserva de la Biosfera, una declaración que, sin embargo, para la Isla Bonita se remonta aún más en el tiempo. Todos los actos previstos para hoy sirven en realidad para festejar una ampliación de lo que tuvo su origen en un rincón de naturaleza privilegiada: el bosque de Los Tilos. Ahí comenzó todo.La Unesco declaró en 1983 como Reserva de la Biosfera apenas 511 hectáreas en la finca denominada "El Canal y Los Tiles". No solo fue el primer espacio de La Palma con esa protección. Fue el primer reconocimiento internacional de estas características en una isla de España. Un espacio minúsculo si se quiere, pero con uno de los bosques de laurisilva más notables. Un ecosistema heredado de la época terciaria, de hace más de 1,6 millones de años, con tiles, viñátigos, palos blancos, laureles, acebiños, barbuzanos, madroños, peralillos, fayas, brezos y extraordinarios helechos gigantes.

¿Y de ahí se pasó a la declaración insular? No. En 1998 se dio otro paso más. En La Palma la vida parece moverse por lustros. La Unesco amplió la Reserva de la Biosfera a todo el Noroeste de la Isla. No podía, en realidad, ser de otra forma. Sumó paisajes y rincones espectaculares.

La declaración ya afectaba a partir de aquel momento al 16%, aproximadamente, del territorio de la Isla. Se sumaban, por tanto, los términos municipales de Barlovento, Puntallana, San Andrés y Sauces y, de forma parcial, Santa Cruz de La Palma.

Lo que hoy se celebra tiene su base en el acuerdo del Consejo Internacional de Coordinación de la Unesco del 6 de noviembre de 2002, cuando se decidió que toda La Palma fuera una reserva. Se tuvieron en cuenta las características de todo su territorio: desde el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente hasta los volcanes de Fuencaliente, los acantilados del Norte...

De ese momento, sí hacen 17 años. Los principios de sostenibilidad llegaron tanto a las zonas urbanas como rurales que han soportado una mayor transformación a lo largo de los años. Y no quedó ahí. Tuvo continuidad. Es cierto que pudo pasar casi desapercibido, en realidad los aniversarios de la Reserva de la Biosfera no son acontecimientos que la población los tenga en rojo en su calendario, pero la realidad es que en 2014, en concreto el 12 de junio de hace un lustro, esta catalogación llegó a la parte en marina. Es decir, a todo el edificio insular.

Y ahora llega el futuro. Y retos. El presidente de la Reserva, Mariano Hernández, expondrá hoy en su discurso los nuevos objetivos. Hablará de la necesidad de aplicar los objetivos de desarrollo sostenible, "creados como un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para el año 2030". Parece, para qué engañarse, casi un sueño, pero "son problemas demasiado serios y afectan de manera demasiada directa a la vida de las personas como para dejarlos sin actuar". Por eso, "institucionalmente lucharemos por establecer un plan con marco de acción concreto, en el que se incorporen mecanismos de seguimiento y evaluación", sentenció. Zapata reconocerá en su discurso que "el camino es largo, pero también sabemos que el compromiso es sincero".

Tres nuevos embajadores de Buena Voluntad

Tres nuevos embajadores de Buena VoluntadLa Reserva de la Biosfera nombrará hoy a una embajadora y dos embajadores de Buena Voluntad, personajes que se comprometen a difundir la protección del territorio y el desarrollo sostenible que se aplica, o al menos se debería de aplicar, en La Palma. En concreto, se tratan de Mary Barreto Cabrera, directora técnica del Telescopio Solar Europeo en el IAC; Carlos Vales Vázquez, catedrático de Ciencias Naturales y director del Centro de Extensión y Divulgación Ambiental de Galicia, y Alejandro Madrigal Fernández, uno de los líderes mundiales en el área de inmunogenética, terapia celular y trasplante de células madre; director científico del Instituto de Investigación Anthony Nolan, en Inglaterra.