Los promotores de ocio nocturno podrán organizar eventos en las calles de Santa Cruz de La Palma con mediciones acústicas de hasta 53 decibelios, después de que el ayuntamiento derogue a partir de mañana la restrictiva ordenanza municipal de protección medioambiental contra ruidos y vibraciones.

La capital es una ciudad con poca actividad en horario nocturno, lo que durante las últimas décadas ha generado críticas sobre todo del colectivo juvenil. Desde casi siempre se ha primado el derecho al descanso por encima de las alternativas de ocio, hasta el punto de estar en vigor una normativa que delimita el ruido a partir de las once de la noche a apenas los 35 decibelios. La comparación acústica podría ser el ruido de un oleaje moderado en el mar.

Lejos han quedado aquellos tiempos en los que Santa Cruz de La Palma llegó a contar con hasta dos discotecas, Gorka y Chita Club, donde generaciones de palmeros hicieron suya la noche. De esas características ya no queda ningún establecimiento abierto en la ciudad.

El principal negocio que ha sufrido esta restricción en los ruidos ha sido la terraza de verano, que tuvo que contar con un informe especial para recibir no sin dificultades la autorización para que sus mediciones pudieran llegar hasta los 50 decibelios, lo que, por ejemplo, alcanza sin excesivas dificultades una aspiradora casera. Aún así, hubo denuncias, que todavía hoy siguen su curso.

El Grupo de Gobierno (PP-CC) ha decidido abrir la mano, en un intento por lograr que la ciudad sea más atractiva para los promotores de ocio nocturno, aunque sin olvidar el derecho que tienen los vecinos a descansar. Una mezcla algo más justa. Deroga la normativa y se ajusta a los límites legales impuestos por ley: 53 decibelios, lo que representa un 51% más de los 35 actuales.

La ordenanza data de 1992 y ha "quedado desfasada" ya que con posterioridad se ha aprobado legislación estatal y autonómica sobre acústica que difiere de la norma municipal y que, en ocasiones, "ha provocado confusión a la hora de aplicarla", afirman desde el gobierno municipal, que entiende que "la normativa en vigor es suficiente para regular esta materia hasta que se elabore una nueva ordenanza municipal acorde a las necesidades actuales".

No es la única medida planteada para facilitar actividades de ocio en las calles de la capital. El gobierno municipal se comprometió en una reunión con los empresarios a que el ayuntamiento organizara los eventos que los bares, restaurantes y promotores planteen y que se entiendan beneficiosos para lograr "una ciudad viva", lo que facilita de manera notable los aspectos burocráticos y de normativa. Serán acciones que se repartirán en diferentes espacios de la capital, en suelo público.