El Partido Popular de Canarias ha confirmado la reincorporación plena de los consejeros insulares de La Palma a la disciplina del partido, "con todos los derechos y obligaciones inherentes a la condición de afiliados", después de que fueran expulsados tras presentar una moción de censura en la institución insular contra la nacionalista Nieves Lady Barreto (CC), que había ganado las elecciones.

La decisión del PP no solo afecta a los tres consejeros expulsados, Mariano Hernández Zapata, Carlos Cabrera y Raúl Camacho, sino que también incorpora al grupo a Nieves Hernández, Raquel Díaz y Naira Castro, que se unieron como independientes a la lista de los populares y que también fueron castigadas por una supuesta pérdida de confianza que ahora recuperan.

"Son de nuevo afiliados"

La presidenta del PP en Canarias, Australia Navarro, aseguró que los consejeros insulares son "nuevamente afiliados de pleno derecho y ostentan la representación institucional del partido en el Cabildo de La Palma". Fue un poco más lejos, para admitir que "desde la direcciones nacional y autonómica del PP, entendemos que los consejeros han reflexionado, han entendido que existen unas reglas y unas normas que todos debemos cumplir y han dado los pasos necesarios para restablecer la confianza".

Sin embargo, Navarro ha afirmado que la reincorporación de los consejeros a la disciplina del partido "no comportará cambios institucionales pero sí el compromiso de respetar y atender las directrices que emanan de los órganos superiores" de esta formación política. Esta afirmación, que es fundamental en el discurrir de los acontecimientos, deja al descubierto que el reintegro del equipo de Mariano Hernández Zapata no supondrá al menos de forma inminente la ruptura del acuerdo con el Partido Socialista ni la apertura de negociaciones con Coalición Canaria, a lo que se ha negado antes y ahora. Se desconoce, en realidad, a qué se han comprometido los indultados por Génova, aunque todo sugiere que es un entendimiento vinculado básicamente a acuerdos futuros.

La presidenta de los populares canarios ha sostenido que es importante "asumir y corregir los errores" e incidió en la necesidad de acatar las directrices establecidas, "porque formamos parte de un partido y hay que mantener la coherencia interna". El PP de Canarias "demuestra nuevamente su espíritu dialogante y conciliador, que al margen de beneficiar a la organización en su conjunto, también contribuye a la construcción de una Canarias mejor para todos", apostilló.

Esta reincorporación provocará que los consejeros del Partido Popular puedan percibir las remuneraciones propias de los gobernantes en el Cabildo de La Palma, lo que se producirá desde que sea comunicada de forma oficial la nueva situación a la institución insular, lo que hasta ahora no resultaba posible desde el punto de vista legal al ser considerados como tránsfugas. No tiene, sin embargo, carácter retroactivo.

Por su parte, Hernández Zapata se ha mostrado "profundamente emocionado y agradecido" por su reintegración en el Partido Popular, señalando que "mis primeras palabras son de agradecimiento a mi partido, a la dirección regional y a la dirección nacional por habernos tendido siempre la mano e intentar buscar soluciones a esta situación".

A propósito, ha señalado que "estamos profundamente emocionados y agradecidos de volver a la que siempre hemos considerado nuestra casa", y ha destacado que "ahora toca trabajar más si cabe por cambiar la vida de los palmeros y palmeras, pero por supuesto desde dentro de las siglas y del compromiso del Partido Popular".

Es el cierre a una confrontación política que se remonta en el tiempo. Todo se inició desde que se conocieron los resultados electorales. Desde que todas las papeletas se sacaron de las urnas, Mariano Hernández Zapata, con seis consejeros, avisó de que su objetivo era la Presidencia. CC sumó 8 y el PSOE alcanzó 7 representantes, aunque es cierto que los tres partidos se movieron en un estrecho margen de apoyos.

El candidato popular defendió que el electorado había dejado claro que quería un cambio en el Cabildo tras cuatro años de gobierno entre CC y PSOE, y que ese cambio pasaba irrenunciablemente por un nuevo rector al frente de La Palma.

Lo que en un principio se entendió como una osadía o un farol de Zapata, se acabó consolidando. Génova avisó públicamente a los consejeros que su "socio preferente" era Coalición Canaria y los nacionalistas, con Nieves Lady Barreto al frente, llegaron a sopesar incluso la posibilidad de poder gobernar en solitario durante el resto de mandato, ante la negativa del PP a la firma de un pacto de gobierno y la escasa sintonía, más bien nula, entre la candidata de CC y Anselmo Pestana (PSOE).

En contra de las apuestas

Pocos apostaban que un líder de apenas 36 años siguiera adelante, poniendo en riesgo su carrera política. También había serias dudas sobre que se mantuviera la unidad en el grupo, pero ni los veteranos ni las noveles titubearon. Se firmó el acuerdo entre los todavía integrantes del PP y el PSOE, se presentó la moción de censura, Zapata llegó a la Presidencia y, el penúltimo paso, la expulsión.

Desde Madrid y desde Canarias, primero con Asier Antona y posteriormente con Australia Navarro, el mensaje fue contundente: expulsión sin posibilidad de reconciliación. Los consejeros recurrieron entonces a la vía judicial. Era evidente que el expediente se había culminado incumpliendo derechos fundamentales, al resolverse antes de que se presentaran las alegaciones a las que los afectados tenían derecho. En el último instante, Zapata decidió parar la demanda, aún sabiendo que las posibilidades de obtener una sentencia favorable eran elevadas, lo que abrió el camino a la reconciliación.

El apoyo de todo el PP

Una de las claves fundamentales para entender la reintegración de los consejeros es, sin duda, el apoyo que han recibido de sus compañeros del Partido Popular en La Palma. Desde Génova y también desde la Presidencia regional se tuvieron contactos con pesos pesados de los conservadores a nivel insular y la práctica totalidad cerraron filas en torno a Hernández Zapata y su equipo. El PP canario entendió que, llegado al extremo, tendría que armar de nuevo a su partido en la Isla Bonita.

La postura de CC

Durante el tiempo que se ha prolongado este conflicto interno en el Partido Popular, la actitud de Coalición Canaria no ha sido entendida por los expulsados como la más correcta. Los nacionalistas han evitado tender puentes, al menos así se ha entendido desde los reincorporados, para intentar mejorar la relación entre ambos partidos. Al contrario, CC siempre ha pedido contundencia con los que eran tránsfugas.