Más de 8.000 personas que abarrotaban la plaza de Nuestra Señora de Candelaria, en Tijarafe, han disfrutado de la danza del Diablo, en una de las fiestas más genuinas del territorio español.

Ha sido la edición más concurrida de los últimos años, al coincidir con la noche del sábado, y desde el propio ayuntamiento se advierte de que el baile "no defraudo". Debido a la afluencia de público que se esperaba, se reforzó el dispositivo de seguridad, lo que facilitó que la noche transcurriera sin ningún incidente destacable.

En torno a las 03.30 horas de ayer domingo, la plaza vibró al recibir al son del tradicional "tiritititi" a un Diablo que danzaría, acompañado de gigantes y cabezudos y cargado con unos 100 kilos de peso, entre armazón y pirotecnia, durante aproximadamente 25 minutos, llenando el pueblo de Tijarafe de luz y color.

Salen más de 500 cohetes de la carcaza. Finalmente, y una vez situado el Diablo en el centro de la plaza, explota la cabeza en el punto culminante de su intensa aparición. Luego, entre el humo y el olor a pólvora, desaparece hasta el año siguiente. Es una experiencia única.

La seguridad del protagonista ha mejorado de forma radical en los últimos lustros. La vieja carcasa metálica fue sustituida en su día por otra más ligera de fibra de vidrio, manteniendo la fisonomía tradicional del machango. Uno de los grandes problemas a los que había que hacer frente era el del humo, que dificultaba enormemente la respiración.

Se trata de una fiesta declarada Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Turístico de Canarias, que acaba de cumplir 96 años. Recordar que en el concurso #MiFiestaEsLaMejor llevado a cabo por el portal de casas rurales https://www.clubrural.com, el Diablo logró la séptima posición a nivel nacional.