La Cascada de Colores, una de las referencias para las decenas de miles de turistas que cada año visitan la Caldera de Taburiente, lleva unos cuatro meses con apenas un hilo de agua, lo que deja al descubierto la sequía que se está registrando en La Palma y que no solo afecta al sector agrícola sino también a la propia naturaleza.

El Parque Nacional subió a su Facebook diferentes imágenes de la grabación de un programa de televisión de ámbito nacional, y precisamente una de las fotografías muestra la propia cascada en las circunstancias en las que ahora se encuentra, muy diferente a la estampa que era habitual y que en tantas ocasiones se ha promocionado.

En la fotografía no se aprecia en realidad que salga nada de agua, pero el propio director de la Caldera de Taburiente, Ángel Palomares, aseguró a esta redacción que "sí sale un poco de agua. No está totalmente seca". Y es que "lleva así", con ese mismo caudal, "desde el mes de febrero o marzo", debido a las pocas lluvias que se han registrado.

Tampoco se espera que la situación cambie durante los meses de verano.