Son un grupo de unos 14 jugadores. Llevan dos años jugando al fútbol sala. Carlos Gutiérrez se encarga de dirigirlos. Él es el entrenador. Al que todos respetan. Suman victorias, ganan competiciones y, entre medio, aprenden y enseñan cosas de la vida. La única diferencia, el ligero matiz que hace más grande su esfuerzo, es que el equipo del Centro Ocupacional Taburiente de Los Llanos de Aridane está formado por personas que sufren algún tipo y grado de discapacidad intelectual.

El Ayuntamiento quiso premiar su entrega en la Gala del Deporte, junto a otro centenar de deportistas. Sin diferenciaciones. Y allí se fueron. Lorena Hernández Labrador, la edil (y diputada) que un día decidió apostar por ellos, por poner en marcha un proyecto que llevara la promoción deportiva a los usuarios con discapacidad, los presentó sobre el escenario como "la alegría del deporte de Los Llanos de Aridane". "Son un ejemplo para todos", sentenció. Allá por el año 2017, la concejal se dijo: "¿Y si lo hacemos?". Y lo hicieron.

Javier Fesser trasladó las historias reales de los equipos formados por gente diferente en la película Campeones, un taquillazo que en realidad estaba inspirada en un conjunto de baloncesto (Aderes Burjassot) formado por personas con discapacidad intelectual, que ganó entre los años 1999 y 2014 hasta una docena de campeonatos de España.

Taburiente está en esa misma línea. Cada equipo, con sus historias personales. Entrenan dos días a la semana, lunes y jueves, de diez de la mañana a doce del mediodía. Luego, disputan cuando toca encuentros los fines de semana o se desplazan para torneos en otras islas. El último fue en Lanzarote. Sí, lo ganaron.

"Ellos son unos deportistas y yo soy un entrenador, sin que exista discapacidad de por medio", reflexiona Carlos Gutiérrez cuando se le pregunta por el equipo que dirige. "Los entrenamientos son similares a los que realiza cualquier otro equipo de fútbol sala, y me sorprende la evolución que han tenido como jugadores". Eso sí, "ellos viven con mayor intensidad todo lo que ocurre: un gol, una victoria... Sus reacciones son seguro mucho más expresivas".

El técnico, el Marco Montes que interpreta Javier Gutiérrez en 'Campeones', intenta transmitir naturalidad. Al fin y al cabo, de eso de se trata. Sin embargo, no esconde que internamente "estar con ellos es una bendición. Cada entrenamiento, cada partido, es una oportunidad para aprender". Cree que por la forma que tienen de actuar, por el compromiso que muestran con su trabajo en la cancha, por su implicación, "no tienen límites. Están capacitados para jugar contra equipos de jugadores sin discapacidad intelectual de algunas ligas".

En el fondo, la única idea es que sigan jugando, con todo lo que conlleva. Que tengan una meta: el siguiente entreno. Una oportunidad para relacionarse y demostrar al resto que pueden hacer cosas grandes. Las mismas que ya están haciendo.